Las cataratas más rápidas del mundo no son las que crees
Al igual que la torre más inclinada del mundo no es la de Pisa (es la de Suurhusen), las cataras más rápidas del mundo tampoco son las icóninas cataratas del Niágara o las Victoria.
Las cataratas más rápidas del mundo (que no elevadas, ni las que transportan más volumen de agua) se encuentran en Letonia.
Ventas Rumba
Las cataratas del río Venta, en Letonia, que son las más rápidas del mundo y se llaman Ventas Rumba (no, no están en venta). Lo primero que advertiréis al contemplarlas es que no son impresionantes en cuanto a altura.
Y es que su caída de agua apenas es de 2 metros de altura. Por el contrario, son unas cataratas asombrosamente anchas: tienen nada menos que 270 metros de anchura. Eso las convierte, durante unas semanas al año, en las cataratas más anchas del mundo.
Además de la anchura, como hemos dicho, la velocidad del algua de estas cataratas es de Récord Guinness. Incluso así los salmones que desovan en el curso alto del río tratan de superar la cascada saltando por el aire.
Durante la Edad Media, las cataratas del río Venta eran un serio obstáculo para la navegación fluvial, por ello se inició la construcción de un canal para desviar el cauce y permitir el paso de embarcaciones pequeñas. El canal fue abandonado a medida que las cataratas continuaron creciendo. Por todo ello, El 1 de enero de 1997, Ventas Rumba fue designado monumento natural de Letonia.
La catarata con el salto de agua más alto del mundo es Salto Ángel, en Bolívar, Venezuela, que tiene una caída ininterrumpida de nada más ni nada menos que 807 vergininosos metros.
Es también la catarata más alta del mundo porque combina ese salto individual con una serie de cascadas inclinadas hasta alcanzar los 979 metros de altura. Las del Niágara, por cierto, son muy bajitas pues delante de ellas hay 500 que son más altas.