Si la cocina tailandesa está considerada una de las más exquisitas del sudeste asiático es sobre todo gracias a platos como el Tom Yum: una deliciosa sopa cuya combinación de sabores no deja indiferente a nadie.
Tenemos muchas opciones a elegir: tom yum gai, de pollo; tom yum pla, de pescado; tom yum thale, de frutos del mar, o tom yum kung, quizá la más conocida, de gambas.
Y entre todas estas versiones, dos denominadores comunes: el “tom” (“sopa” o “hervido”) y el “yum” : una combinación de vegetales como la hoja de lima, el tamarindo, el galangal, el cilantro, la salsa de pescado y el chili, caracterizada por sus contrate de sabores, entre picantes y agrios.
A primera vista, el Tom Yum puede parecer un caldo algo denso. De hecho, la primera impresión que se tiene es la de que haya sido hervida con mantequilla, tal es la cantidad de grasa que parece flotar en su superficie.
Sin embargo, a la hora de llevárselo a la boca las apariencias engañan, y si bien lleva algo de aceite, el Tom Yum es una sopa deliciosa y sana que nos será de mucha ayuda en el momento de reponer fuerzas tras un largo día de excursión por las calles de Bangkok.
Foto | Carmen
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