Ya sabemos que el tráfico es uno de los grandes problemas de las ciudades Chinas. El intenso movimiento de vehículos y el smog que producen. Por eso me llamó la atención conocer que los urbanistas de una de las mayores ciudades chichas como Shanghai, hayan podido transformar uno de los lugares más congestionados de la ciudad en un verdadero bosque mágico.
Hasta el año 2012, el cruce de las avenidas Centenario y Pudong, con la carretera de circunvalación Lujiazui era uno de los puntos de mayor congestión de tránsito y escenario de atascos interminables. Los urbanistas proyectaron cuatro túneles para derivan y organizar el caótico tránsito. Y entonces... ¿Por qué no sacrificar parte de la avenida Centenario para crear algo bello?
Así nace el Bosque Mágico que ocupa la mitad de la superficie de la antigua avenida. Un espacio cerrado al tráfico, exclusivamente peatonal y diseñado para que sea un remanso de paz en una zona de la ciudad muy saturada de vehículos, ruidos y movimiento.
Hoy se ha convertido en un punto de visita obligada, por la belleza de su paisajismo (especialmente de noche con una espectacular iluminación). Creo que lo "mágico" está en que el hombre haya sabido encontrar una respuesta práctica y bella a un problema como el del tránsito y la contaminación (aunque sea en parte).
En Diario del viajero | Más sobre Shanghai