En un país como China, en el que el progreso está haciendo de las suyas a toda velocidad, se agradece dar con lugares como Pingyao: una de las ciudades mejor conservadas de China, capaz de transportarnos a la época Imperial.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2007, Pingyao es una de las pocas ciudades de China que han conservado casi intacto su diseño y arquitectura original de la época medieval: calles cuadriculadas, bajos edificios con patios interiores, templos centenarios, y por supuesto, su impresionante muralla, de seis puertas y 72 torres de vigilancia.
La época de esplendor de Pingyao tuvo lugar durante las dinastías Ming y Qing. Por eso, muchas de las construcciones que hoy día podemos admirar en ella, como la Torre del Mercado, datan de esos años. El ambiente sólo se ve ligeramente embrutecido por las numerosas tiendas de souvenirs y restaurantes que se encuentran a lo largo de la calle Ming-Qing, principal arteria de la ciudad y, a pesar de todo, realmente auténtica.
A la vista de sus numerosos atractivos, es fácil comprender por qué Pingayo es una de las paradas favoritas de aquellos que viajan desde Beijing a Xi’an. Y es que el ambiente que la rodea hace que pasear por ella sea como sumergirse en una película... de cine chino, por supuesto.
Foto | Szymon Kochanski En Diario del Viajero | Xi'an: Visita los Guerreros de Terracota por tu cuenta, El Parque y el Templo del Cielo, en Beijing