Una excursión típica desde Luang Prabang es el paseo en barco hasta las cuevas de Pak Ou, también conocidas como Cuevas de los Mil Budas.
Aunque es posible llegar a ellas en autobús, e incluso como parte de un agradable recorrido en bici de 25 kilómetros, si todavía no habéis tenido la oportunidad de surcar las aguas del Mekong yo os recomiendo hacerlo en barco, al tratarse de una experiencia diferente y muy placentera.
El trayecto dura algo más de una hora, que puede ser menos en función de la rapidez de la embarcación, o más si os toca alguna avería. En cualquiera de los dos casos se os hará corto, ya que el paisaje es una auténtica delicia: la exuberante naturaleza de Laos en todo su esplendor.
El barco os dejará en la entrada de la cueva inferior o Tham Ting, donde tras pagar 10.000 kips como “donación”, encontraréis cientos de figuritas de Buda que los fieles han ido dejando en sus peregrinaciones.
Vista la primera cueva, el acceso a la cavidad superior o Tham Phoum se hace a través de una larga escalera. Esta cueva, como la anterior, está llena de estatuas de Buda, entre las que destaca una de mayor tamaño que recibe al visitante en la entrada.
Para ver la cueva superior necesitaréis una linterna, pero si no la lleváis encima no os preocupéis, ya que os sobrarán ofertas para tomar una (aunque de calidad dudosa) en “alquiler”. Éste es el único aspecto negativo de Pak Ou: la insistencia de los locales para vender cosas. Sin ser conscientes de ello (o tal vez sí), consiguen quitar parte del encanto a la visita.
Foto | Gustavo Jeronimo En Diario del Viajero | La cascada de Tat Kuang Si, en Laos En Diario del Viajero | La ceremonia de entrega de limosnas de Luang Prabang En Diario del Viajero | El mercado nocturno de Luang Prabang