La fotografía que estáis viendo corresponde a la superficie helada del Lago Baikal en pleno invierno. Un espectacular paisaje reservado a aquellos que se atrevan a viajar a Siberia en esta época del año, cuando las temperaturas (concretamente en esta zona) pueden llegar a alcanzar los 30 grados bajo cero.
Con una superficie de 31.494 metros y aproximadamente 1.700 de profundidad, el Baikal además de grande es el lago más antiguo y profundo del mundo, conteniendo alrededor del 20% de las reservas de agua dulce de todo el planeta.
En verano sus aguas son tan claras que resultan toda una tentación a la vista. Aún así, pocos son los que se atreven a darse un chapuzón en ellas debido a su temperatura realmente fría.
En invierno, como vemos, el panorama cambia por completo. Su superficie se hiela del tal forma que puede soportar el tránsito de vehículos de hasta 10 toneladas de peso sobre ella.
Hace unos meses tuve la suerte de viajar a Rusia y disfrutar del lago en pleno verano. Para la próxima ocasión me propongo ponerme a prueba y tratar de soportar un invierno helado en el lago Baikal.
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