Como ya adelantaba en la primera entrada sobre Kanchanaburi, si tienes interés por conocer lugares con historia, en esta ciudad tailandesa puedes visitar el Ferrocarril de la Muerte, el Corte del Infierno, el puente sobre el río Kwai y, además, hoy te traemos al Diario otro lugar completamente diferente: las cataratas Erawan.
Estas bonitas cascadas tienen 1.500 metros de altura en total, divididos en siete saltos de agua completamente transparente. Ésta cae sobre las piscinas naturales de color turquesa, rodeadas de vegetación, dándole al conjunto una belleza espectacular.
El Parque Nacional de Erawan, de 550 kilómetros cuadrados, fue inaugurado en 1975, y su principal atractivo son sus cascadas. Erawan es el nombre en tailandés para Airavata, el elefante blanco de tres cabezas de la mitología hinduista que dicen representar los siete niveles de las cascadas.
El lugar es todavía más increíble los días los que hay menos turistas, pues no tendrás que compartir las pozas naturales, salvo con los peces garra rufa que viven aquí y que se darán un buen festín con las células muertas de tus pies. Hay unas dos horas de caminata hasta el nivel más alto y vuelta al parking, más el tiempo que estés bañándote.
Como es habitual en mis viajes, fui a a las cataratas Erawan en transporte público. Para ello hay varios autobuses al día desde la estación de Kanchanaburi, pero cuidado, que el último en volver es a las 16:00. Así que mejor salir pronto de Kanchanburi. Son 65 kilómetros, unas dos horas. La entrada a las cataratas cuesta 200 baht (aproximadamente 4,50 euros), 100 baht para los niños.
Foto | Mar Serrano En Diario del Viajero | El Ferrocarril de la Muerte y el Corte del Infierno. Kanchanaburi, Tailandia (I) En Diario del Viajero | El verdadero puente sobre el río Kwai. Kanchanaburi, Tailandia (II)