Kiyomizu-dera, el templo del agua pura de Kyoto, es uno de los monumentos más célebres de la antigua capital imperial de Japón. Su imagen ha cruzado fronteras y es conocida en el mundo entero.
El templo está ubicado al sur del Higashiyama. Si queréis evitaros una caminata podéis llegar hasta allí con el autobús 206 y deteneros en las paradas de Kiyomizu-michi o Gojo-Zaka. En seguida os toparéis con la famosa Chawan-zaka, una cuesta que inevitablemente tendréis que superar para acceder al templo.
Su fama provoca que Kiyomizu-dera siempre esté atestado de gente. Si queréis contemplar su belleza con más tranquilidad os recomiendo que evitéis los fines de semana y madruguéis un poco. Pronto os daréis cuenta de la magia que impregna el ambiente de este lugar fantástico.
Los terrenos del templo son bastante extensos, así que reservad un par de horas si queréis verlo al completo. Desde la subida por la Chawan-zaka hasta el último rincón del templo hay algo que ver o hacer.
Uno de los puntos más concurridos de Kiyomizu-dera es el manantial Otowa-no-taki y sus tres fuentes. La gente hace cola pacientemente para beber de esta agua pura. Las leyendas cuentan que tiene propiedades curativas.
Otra zona muy popular del Kiyomizu-dera es el Jishu-jinja o templo del amor. Se trata de dos piedras separadas por 18 metros. Los que quieran obtener el amor deseado deben andar de una piedra a otra con los ojos tapados.
Pero lo que realmente ha hecho célebre al Kiyomizu-dera son sus preciosas pagodas, sus jardines, sus vistas magníficas de Kyoto y su longevidad. El templo data del año 798.
Si viajáis a Japón, ya conocéis una parada obligatoria. El Kiyomizu-dera o templo del agua pura de Kyoto.
Imagen | Carl Collins En Diario del viajero | Viajar a Japón: Kyoto, Ganjitsu o Año Nuevo de Japón