Ningún viajero va a Camboya y deja de lado Siem Reap o Phnom Penh. Tras unos días en estas dos grandes ciudades, puede que termines con los nervios crispados y necesites un descanso de claxon, motos, coches y desorden por todas partes.
Kampot ofrece la tranquilidad que le falta a Phnom Penh y Siem Reap. A 150 kilómetros de la capital, se respira un ambiente relajado a orillas del río Kam Chay. Allí te puedes sentar a ver el atardecer, mientras te tomas algo en algún restaurante y, por la mañana, más descansado, visitar los alrededores.
En la ciudad conocida por su pimienta, muchos viajeros se quedan varios días aprovechando las mañanas para hacer un tour o alquilar una moto para visitar el Parque Nacional de Bokor.
En el caso de elegir un tour, se suele visitar la Colina de Bokor Hill, las ruinas del Palacio Negro (Damnak Sla Khmao), construido por los franceses, luego utilizado como casino y, recientemente, escenario de rodaje de películas de terror, la antigua iglesia católica, y las Cataratas Popokvil. Por último, los tours vuelven a Kampot para un paseo en barco por el río viendo la puesta de sol.
Otros viajeros simplemente vienen aquí unos días, como punto intermedio antes de visitar Koh Tonsay (Rabbit Island) o Kep, o antes de subir hasta Siem Reap.
Foto | Mar Serrano En Diario del Viajero | La oscura historia reciente de Camboya en el S-21. Museo del Genocidio de Phnom Penh En Diario del Viajero | Recorrido a pie por Phnom Penh, Camboya