Si la semana pasada os hablaba del imprescindible Wat Arum, hoy continuamos nuestro recorrido por los mejores templos de Bangkok cruzando a la orilla oriental del río Chao Phraya y visitando el Wat Pho o Templo del Buda Reclinado.
El Wat Pho (también conocido como Wat Chetuphon) es uno de los complejos religiosos más famosos de Bangkok, tanto por ser uno de los más antiguos y grandes de la ciudad, como por la enorme estatua que alberga en su interior: ni más ni menos que un Buda reclinado de 46 metros de largo y 15 de alto.
Si ya imagen del Buda en estado de Nirvana totalmente cubierto de pan de oro resulta impresionante en conjunto, más bonito es el detalle de la planta de sus pies, con incrustaciones de madreperla que simbolizan las 108 lakshanas o características de Buda.
Vista la estatua, en su parte posterior podemos participar de una de las más arraigadas tradiciones budistas: la ceremonia de limosna. Para ello habremos de depositar 20 bath en una urna, tomar un pequeño recipiente lleno de moneditas e ir depositándolas una a una en los calderos que encontramos en la pared opuesta.
Pero la historia y curiosidades de este templo van mucho más allá de la enorme estatua. El mismo rey que mandó construir el vihara que la cobija, Ramma III, hizo del complejo una de las primeras universidades de Tailandia.
Hoy día, el complejo acoge uno de los más prestigiosos centros de medicina tradicional, en el cual podemos disfrutar de un excelente masaje a partir de 250 bath. O mejor aún: si disponemos de tiempo, apuntarnos a un cursillo para aprender nosotros mismos tan tradicional arte.
A partir de ahí, llega el momento de perderse en sus patios y estancias. Como he dicho, el Wat Pho es uno de los más grandes de la ciudad, y recorrer sus numerosos patios, pagodas y vilharas no nos llevará menos de dos horas si lo hacemos bien. Se trata de un complejo realmente hermosísimo, en el que destacan sus incontables estatuas de Buda, más de mil según dicen.
Uno de los elementos más fotografiados del recinto es el árbol bodhi que se encuentra muy cerca del vihara que protege la gran estatua. Según la tradición, este árbol nació de un esqueje del mismo bodhi bajo el cual Buda meditaba en India mientras esperaba la iluminación.
El Wat Pho o Templo del Buda Reclinado se encuentra a pocos metros del Palacio Real, por lo que es muy sencillo llegar a él en cualquier medio de transporte público, como el autobús o el barco (muelle Tha Tien). La entrada cuesta 50 bath.
Foto | Steve Jurvetson
En Diario del Viajero | Guía de templos de Bangkok