El Man Mo Temple de Hong Kong debe ser el lugar de oración más venerado de la ciudad y si me apuráis uno de los más concurridos de esta frenética ciudad.
Está ubicado en la zona de Sheung Wan, justo en la esquina que divide Hollywood Road con Ladder Street. Son dos calles muy célebres, pero si estáis por Central, seguro que veis alguno de los centenares de rótulos que indican como llegar.
Pese a su fama, el Man Mo Temple tiene un tamaño bastante modesto. Sin embargo, su emplazamiento y antigüedad le han otorgado un lugar predominante entre los templos de Hong Kong.
Los dioses Man y Mo son los protagonistas de las oraciones que allí se pronuncian. Man es el dios de los funcionarios y la literatura, y Mo es el dios de la guerra y las artes marciales.
Su antigüedad es una incógnita, aunque se tiene la creencia de que el templo ya estaba en el lugar que ocupa actualmente antes de la llegada de los británicos.
Todo lo que veáis en el Man Mo Temple tiene unos colores muy vivos, que enseguida requieren tu atención. Por contra, el ambiente se puede cortar con un cuchillo por el humo que desprenden las enormes espirales de incienso colgadas del techo. Además, la luz es muy pobre, así que mejor cerrad los ojos y empaparos del murmullo de las oraciones.
El Man Mo Temple de Hong Kong es visita obligada de cualquier viajero. En una ciudad donde el culto al dinero está a la orden del día, también hay espacio reservado para las tradiciones y creencias ancestrales.
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