Declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2007, el Fuerte Rojo de Delhi es una de las numerosas muestras de poderío que a lo largo y ancho de sus dominios dejó el emperador mongol Shah Jahan, mucho más conocido por ser el artífice del Taj Mahal.
Es cierto, las comparaciones siempre fueron odiosas, pero no por ello debemos subestimar la belleza de este enorme complejo palaciego cuyo diseño, tal y como puede leerse en sus propias paredes, está inspirado en el paraíso descrito en el Corán.
Las murallas de granito rojo que lo rodean albergan en su interior numerosos edificios que son auténticas joyas de la arquitectura hindú-mongol, con detalles como macizas arcadas de mármol blanco o exquisitas incrustaciones de piedras semipreciosas.
Asimismo, sus extensos y cuidados jardines se convierten en un lugar ideal donde sentarse a decidir qué pabellón visitar a continuación, o simplemente, a observar el bullicio reinante a nuestro alrededor.
Algunos de los edificios más destacados son la Casa del Tabor, la Mezquita de la Perla, el pabellón de los aposentos imperiales o los Hamman. Tampoco podemos perder de vista los espacios abiertos, como el Diwan-i-Am o patio dedicado a las audiencias públicas, donde se encuentra un trono que, según dicen, es una copia de aquel del mismísimo Salomón.
El Fuerte Rojo se encuentra en la zona de la Vieja Delhi, frente a la gran mezquita de Jama Masjid y muy cerca del barrio backpacker Pahar Ganj, un excelente lugar donde alojaros en vuestros primeros dias en India, hasta que le cojáis el tranquillo al país.
Imagen | Een Ar
En Diario del Viajero | Comiendo en el templo sij de Delhi, El Raj Ghat de Nueva Delhi