Caminando por las calles de Sao Paulo, verás la gran presencia de población asiática o sus descendientes. En las caras, en los barrios "chinos", en la arquitectura de ciertos rincones y parques de la ciudad. Pero nada de eso te prepara para encontrarte con el gran Templo Zu Lai.
La inmigración japonesa en Brasil comenzó a inicios del siglo XX, como un acuerdo entre el gobierno japonés y el brasileño, pues Japón vivía desde fines del siglo XIX una crisis demográfica, mientras Brasil necesitaba de mano de obra para los trabajos cafetaleros. De hecho, unos 270.000 de los descendientes de aquellos japoneses se han mudado a vivir en Japón y hoy conforman el tercer grupo de extranjeros residentes, sólo superados por coreanos y chinos.
Con respecto a la inmigración china, el año pasado se celebraron los 200 años del inicio de esta corriente migratoria. La fecha hace referencia al arribo en 1812 del navío Vulcano, procedente de Macao, a Rio de Janeiro, trayendo cerca de 300 inmigrantes chinos para plantar té verde en Brasil. Una nueva ola inmigratoria se desarrollaría a comienzos del siglo XX, y a partir de entonces cerca de 200.000 chinos llegaron al país, de los cuales unos 130.000 se concentraron en Sao Paulo.
Pero vayamos al templo... Se trata del Templo Zu Lai y se ubica en Cotia, a escasos 30 kilómetros del centro de Sao Paulo. Este templo forma parte de la red mundial del Monasterio Fo Guang Shan con centros en muchos países alrededor del globo. Es un templo budista con sus raíces en el Budismo Mahayana, cuya tradición enfatiza que la naturaleza búdica está al alcance de todos y por lo tanto, aplicable al día a día. De allí que también se le conozca como Budismo Humanista.
El templo puede visitarse previa solicitud por correo electrónico y se sugiere una donación económica.
Foto | Rafa en Minube En Diario del Viajero | Amsterdam: Templo budista de Guan Yin