Como habrán visto ya, esta semana en Diario del Viajero estamos haciendo un repaso de los destinos preferidos de cada uno de nosotros. Lugares a los cuales hemos ido y se han quedado en un hueco especial en nuestra memoria, o aquellos lugares hacia los que siempre hemos deseado ir y todavía nos quedan como un viaje pendiente.
A través de esta presentación de nuestros sitios más deseados, queremos acercaros a la nueva herramienta de Diario del Viajero, nuestras páginas de destino, a las cuales podéis acceder a través del enlace de cada destino a pie del post.
Hay muchos destinos diferentes con los que uno siempre ha soñado, o que se ha quedado con ganas de volver, pero nos hemos quedado con cinco cada uno. En mi caso, me he centrado más en aquellos que tengo pendientes que en los que he estado, aunque alguno sí se llevará el protagonismo en este terreno. Aquí van...
Quizás sea este el lugar que se lleva el primer lugar entre mis destinos pendientes, el que hace ya bastante tiempo me da vueltas en la cabeza. Al igual que nos decía María Sol cuando nos hablaba de Perú o México, tal vez sea por mi admiración hacia las culturas precolombinas.
Y el hecho de ser uno de los destinos turísticos más populares del planeta no puede atribuirse a una única causa, ya que son un cúmulo de cosas las que hacen de Machu Picchu un lugar increíble: sus características arquitectónicas, su paisaje y, cómo no, siglos de historia que ha permanecido intacta.
Y, más allá de Machu Picchu, un viaje recorriendo diferentes lugares de Perú y conociendo un poco más de su cultura, es una de mis prioridades viajeras.
Y, sí, la verdad es que podría concretar un poco más porque no se trata de un país especialmente pequeño. A pesar de haber nacido ahí, es bastante poco lo que conozco más allá de mi ciudad natal, Buenos Aires.
Será porque las veces que he vuelto a Argentina, terminan quedando por encima las ganas de estar con los amigos y la familia que las de recorrer lugares nuevos. Pero ya está en mis planes que, la próxima vez que vaya, iré con el tiempo suficiente para poder viajar y conocer otros destinos dentro del país (¡esta vez, ya sí!).
Es tanta la variedad de cosas por ver, y son para mí casi todas un misterio. Desde el fin del mundo, Tierra del Fuego, hasta el Norte argentino. La Patagonia con sus lagos, glaciares y espectacular fauna marina. Misiones, las impresionantes Cataratas del Iguazú (en la foto). Hay tantos sitios por descubrir que cuesta decidirse, pero creo que mi primera escapada sería por el Noroeste argentino: Tucumán, Salta, Jujuy.
Este destino se queda también dentro de mi categoria "sueños por cumplir", siempre me he sentido atraída por Cuba. La Habana, con sus huellas de la época colonial, cuyo casco antiguo fue declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO, sería mi primera parada. Una enorme cantidad de monumentos y edificios históricos para visitar.
La salsa y el mambo, la buena comida, paisajes con rincones encantados, sierras, bosques tropicales, playas de agua cristalina, el "salero" que caracteriza a la gente. Con todos estos puntos a favor, no podía dejarlo fuera de mi lista.
Aunque necesitaría más días en Berlín para conocer más a fondo la ciudad, los días que estuve allí fueron una experiencia genial, que hicieron que la capital alemana se quedara dentro de mi lista de ciudades preferidas. Si bien conocía la historia de la división berlinesa durante la época de la Guerra Fría, no sabía del todo bien con qué me iba a encontrar.
Y eso me gustó aún más, porque muchas cosas me sorprendieron. Ya le pude poner la escenografía a la historia, adornándola con anécdotas muy interesantes de la ciudad.
A sólo veinte años de la caída del Muro de Berlín, resulta alucinante cómo sus ciudadanos consiguieron una integracion de ambas partes sin dejar atrás su historia, cosa que a los alemanes les gusta tener siempre presente para aprender de los errores del pasado. Solamente hay que ver el Monumento del Holocausto, que ocupa una superficie enorme muy cerca de la Puerta de Brandemburgo, para que no pase desapercibido.
Además, sorprende que, a pesar de ser capital de país, se respira tranquilidad y no tienes en ningún momento la sensación de estrés que pueden provocar otras ciudades como Londres o Buenos Aires, por ejemplo (¡encuentras siempre lugar para sentarte en el metro!).
Pues eso, para mí, una ciudad impresionante.
Ha habido muchas leyendas en torno a esta extraordinaria construcción. Hubo quienes dijeron que la habían visto desde el espacio, que era la única construcción humana visible desde la Luna. Sin embargo, aunque esto no sea así, no por eso la Gran Muralla China pierde interés, por lo menos para mí.
Aunque hoy se conserven sólo unos 8.850 kilómetros (que no son pocos), se estima que este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cubrió más de 20.000 kilómetros en la época de su construcción entre los siglos V a.C. y el XVI. Poder verla de cerca y caminar por ahí tiene que ser una experiencia alucinante.
Con la Muralla como excusa, aprovecharía para descubrir algunas ciudades y rincones de ese enorme país, empezando por Pekín.
Y me dejo muchos otros lugares en el tintero, me queda tantísimo por recorrer...
Fotos | Desirée Delgado, szeke, Gaspard Winckler, Space_Ritual, roblisameehan, alectro!