Puerto Viejo es uno de los destinos más populares de los viajeros que se acercan a conocer Costa Rica, y es que al igual que lo es Manuel Antonio para la costa pacífica, Puerto Viejo y sus playas son un auténtico paraíso natural, en esta ocasión en la orilla caribeña del país.
La zona de Puerto Viejo es en realidad una extensa y kilométrica zona costera que va desde la propia localidad de Puerto Viejo, hasta Manzanillo, donde comienza una área aún más salvaje de playas y naturaleza salvaje. Los poco menos de 15 kilómetros que separan ambas poblaciones son en sí el motivo para acercar-se allí.
Comenzando con Puerto Viejo, cabe destacar que se trata de la localidad más turística de la zona y que por lo tanto está llena de bares, hoteles y restaurantes. Es un lugar muy frecuentado por mochileros y surferos goza de mucha marcha durante la noche. Es la opción perfecta para aquellos que busquen un lugar muy animado y concurrido.
Más adelante, se encuentra Playa Cocles, ideal para los practicantes de surf ya que tiene grandes olas prácticamente a diario en las que iniciarse en este deporte acuático. Igualmente, existen zonas donde la dificultad de las olas hacen de la playa un lugar también ideal para los más experimentados. Al encontrarse tan cerca de Puerto Viejo, es también un destino de fiesta y en el que también hay todo tipo de servicios.
Siguiendo en dirección este, encontramos Playa Chiquita, una zona resguardada de las fuertes corrientes y en la que disfrutaremos de la típica postal de playa caribeña. Las palmeras y cocoteros llegan al mar turquesa en una combinación extremadamente bella y paradisíaca. Se trata de una zona con algunos hoteles y albergues esparcidos a lo lejos, en la carretera principal, por lo que ya es un lugar muy tranquilo e ideal para los que quieran descansar.
La siguiente playa es Playa Punta Uva, de grandes dimensiones pero sin las fuertes olas de Cocles. Se trata de una de las más bellas de todo el recorrido ya que combina lo mejor de todas las anteriores: suficientemente grande como para sentirse a solas, y suficientemente resguardada del mar como para que sus aguas sean calmadas. Es un lugar muy tranquilo y con poco alojamiento. Los restaurantes escasean por lo que habrá que comprar comida en algún supermercado de la carretera si se quiere pasar el día aquí.
Finalmente, antes de llegar a Manzanillo, se encuentra Playa Grande, una vasta playa de arena blanca y aguas turquesas que ya es un poco más brava aunque no llega al punto de Playa Cocles. Su inmensidad hacen de ella una playa perfecta para aquellos que quieran olvidarse del mundo y encontrar un rincón para estar solos.
Manzanillo es un pueblo bastante más pequeño que Puerto Viejo y que al contrario que éste, concentra en su mayoría al turismo nacional que los fines de semana visita la zona. Por ello, la experiencia resulta mucho más autóctona. SIn embargo, no cuenta con mucha infraestructura turística más allá de algunos restaurantes buenos y baratos y alguna pequeña pensión.
Con todo, la zona es ideal para descubrirla durante algunos días y poder decidir por uno mismo cual de las playas es su favorita. Además, hacerlo es fácil: por un lado, existe evidentemente la posibilidad de caminar a través de las playas los kilómetros que las separan entre ellas y por otro lado, existe un autobús que continuamente une Puerto Viejo con Manzanillo parando en cada playa (autobús ruta Limón-Manzanillo).
Sea cual sea la opción que escojáis para descubrir Puerto Viejo, ni se os ocurra olvidaros la crema solar, el bañador y una toalla. Seguro que os encantará.
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Imagenes | Christoffer Undisclosed, Joi Ito En Diario del Viajero | https://www.diariodelviajero.com/america/el-parque-nacional-manuel-antonio-en-costa-rica En Diario del Viajero | Las mejores vistas de Costa Rica