No hay duda alguna que uno de los tesoros más impresionantes que tiene Colombia son sus paisajes y sus playas. En la costa caribeña, se encuentra el que probablemente se constituya como el súmmum de estos tesoros, el Parque Nacional Natural de Tayrona, una extensa reserva natural con magníficas playas de postal. No obstante, su ciudad más cercana, Santa Marta es también lo suficientemente atractiva para visitarla un poco durante nuestra estancia. Vale la pena no entenderla únicamente como un lugar de paso para llegar hasta el Parque.
Santa Marta es la urbe continuamente habitada más antigua de toda América del Sur ya que fue uno de los primeros lugares a donde llegaron los españoles colonizadores. Además, se trata de la segunda ciudad colonial de las costa caribeña colombiana en importancia tras Cartagena de Indias. Además, fue el lugar en el que Simón Bolívar, libertador de varios países latinoamericanos acabó muriendo.
Se encuentra en frente del mar y cuenta con un precioso paseo marítimo en el que ver ponerse el sol es una auténtica maravilla para los sentidos. Pero además, se trata de una ciudad coqueta y comercial en la que pasear resulta infinitamente más cómodo que en la bulliciosa Cartagena. Pero también hay para los que les interese la cultura: el Museo Antropológico y Etnográfico de la Universidad de Magdalena es un lugar perfecto para aprender sobre los grupos indígenas que habitan la zona.
Llegar a Santa Marta es extraordinariamente fácil: se encuentra a 4 horas de Caratagena de Indias (por 20.000 pesos, unos 7 euros) y a 2 de Barranquilla (10.000 pesos, 3,5 euros). Además, hay frecuentes autobuses a las grandes ciudades del país como Bogotá (18 horas por 80.000 pesos, 28 euros) o Medellín (15 horas por 100.000 pesos, 35 euros).
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