Siete alojamientos rurales con encanto en el corazón de Galicia

Las vacaciones están ahí y si aún no tenéis muy claro hacia donde ir pero sí que queréis la tranquilidad de una estancia rural aquí tenemos unas cuantas ideas que seguro que os pueden encantar. La idea es buscar algo diferente pero que nos enamore y que haga de nuestros días de descanso algo inolvidable. La propuesta de hoy son siete alojamientos rurales con encanto en el corazón de Galicia.

Aunque os puedan contar que hace mal tiempo siempre no es cierto y si ese fuera el caso lo sabemos suplir con lugares encantados, fragas llenas de árboles de más de 300 años, casas entre viñedos, pazos con historias maravillosas y hasta faros en los que sentir el mar golpeando contra tu ventana. Galicia es así, tierra de contraste, verde, playas salvajes y buena comida.

Quinta de San Amaro

En el Valle del Salnés, en el corazón de las Rías Baixas está la Quinta de San Amaro, una maravilla rural restaurada con mimo y en la que se aprecia amor por todas partes. Todas y cada una de las habitaciones tienen una decoración diferente, con todo el encanto del mundo. Además hay una habitación con terraza y vistas a todos los viñedos del valle y una colonial que es una auténtica preciosidad.

Los dueños hacen de la estancia una experiencia completa y maravillosa, ofreciéndote la posibilidad de una multitud de actividades paralelas que van desde masajes a visitas a bodegas, pasando por lo importante de la gastronomía. No solo hay buen comer y beber sino que también hay talleres de cocina. Y los baños en la piscina al caer la noche son una delicia. Las estancias en Meaño no se olvidan, os lo digo por experiencia propia.

Hotel Gastronómico Casa Rosalía

Estamos en Galicia, así que combinar gastronomía y rural es lo que toca, en esta ocasión nos vamos a las cercanías de Santiago, al Hotel Gastronómico Casa Rosalía. Una antigua casa de labranza de más de 250 años con un edificio anexo de decoración más moderna. La casa rural todavía tiene la estructura de piedra y madera del edificio original y ahí está la recepción, la cafetería, el restaurante, el salón de desayunos y un salón social donde disfrutar de las tardes de invierno al calor de la chimenea.

Su situación inmejorable, en Brión hace que tengas fácil acceso a casi toda Galicia. Como os decíamos la gastronomía juega una parte importante y además de su restaurante te facilitan la posibilidad de otras actividades relacionadas con el buen comer y el buen beber. Piscina, jardín y habitaciones decoradas con mimo, eso es lo que os encontraréis.

Hotel Aldea Rural Couso Galán

En este caso es lo sorpresivo de que no es un hotel en sí, ni una casa rural únicamente, sino que estarás alojado en toda una aldea rural completa, teniendo un montón de casas para elegir, más o menos ruidosas o alejadas. La Aldea Couso Galán está en Sarreaus, muy cerca de Verín, perteneciente a la provincia de Ourense.

Hay toda la intimidad que te puede proporcionar el vivir en tu propia casa aislada pero todas las comodidades de sentirte acompañado y desde luego son perfectas para celebraciones grandes como bodas, ya que se pueden hospedar todos los invitados y hacer de la celebración algo que se alargue más del día marcado.

Faro Isla Pancha

Galicia es también la tierra del mar, de los mil faros y hospedarse en uno, aunque no sea una casa rural al uso es algo que hay que vivir una vez en la vida. El Faro Isla Pancha. En la parte más externa de la Ría de Ribadeo, a 2 km escasos del centro de la villa del mismo nombre está Isla Pancha, en la que hay un faro dominante desde 1857. En 1983 dejó de usarse por la construcción de uno nuevo y desde 2013 tiene autorización para utilizarse como alojamiento turístico.

Son sólo dos apartamentos con capacidad para 4 personas cada uno, pero independientes y con zona de jardín privada también, con el mar rozándote los pies y todas las comodidades que puedas querer. Las playas muy cerca, entre ellas las famosa As Catedrais, a la que están controlando las entradas para protegerla y ofertan también actividades paralelas como golf, senderismo, alquiler de bicicletas... No sé, yo querría quedarme sentada mirando al mar.

Pazo do Souto

Y si somos la tierra de los mil faros también lo somos de los mil pazos así que también es de rigor elegir uno. El Pazo do Souto es un alojamiento con encanto en Galicia, construido en 1672 por el Marqués de Montenegro, sobre una torre medieval, en un antiguo castro celta. Creo que con eso ya os estamos convenciendo, y eso que aún no hemos hablado del entorno, de la calidad y del servicio esmerado. Está en Carballo, a un tiro de piedra de Costa da Morte y con mucha cercanía a Santiago y a Coruña.

El imponente Pazo (casa grande, capilla, palomar y ciprés, pazo es) está en una finca amurallada de 25.000 m2, llena de verde vegetación, con muchos castaños y perfecta para pasear al fresco al atardecer. Oferta 13 habitaciones con garantía de 13 experiencias diferentes.

A Torre de Laxe

Vamos de nuevo a innovar y a seguir en Costa da Morte. Es lo que tiene, que nos enamora. A Torre de Laxe es de nuevo un complejo rural, no es únicamente una edificación sino un conjunto perfectamente engrasado de casas diferentes y de diferentes épocas. Su concepto es "hotel rústico" y nos encanta. La parte del hotel son 7 habitaciones, cada una con un nombre muy gallego, en una edificación catalogada de 1934, cada una con su encanto especial y decoradas con muebles antiguos restaurados.

Si lo que se prefiere es una casa para ti solo ahí tienes 6 casas o apartamentos, cada uno diferente según las necesidades que tengas, en contacto con la naturaleza y con todo cuidado al detalle. Poco hay que contar ya de Costa da Morte: faros, rutas, playas salvajes, poblados celtas y dólmenes. Y comida, sobre todo buena comida.

Fervenza Casa Grande

Esta maravillosa casa de A Fervenza está en medio de una fraga con robles de más de 300 años. Frente a un viejo molino del siglo XVII y a la orilla del río Miño, siendo todo un enclave protegido. Es el lugar perfecto para buscar la tranquilidad en la provincia de Lugo y perderse practicando senderismo, con las bicicletas de montaña o paseando en canoa por el río.

Son nueve habitaciones en las que no falta detalle, decoradas en estilo rústico y además cuenta con un restaurante de reconocido prestigio, hay biblioteca y salones y si preguntas es muy probable que te puedas llevar a tu mascota.

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