Dice la leyenda que la primera vez que un ser humano probó una taza de café fue hace uno puñado de siglos en las tierras que hoy conforman Etiopía. Esa persona era un joven pastor llamado Kaldi aficionado a tocar la flauta mientras pastoreaba sus cabras.
Sin embargo, sus cabras empezaron a comportarse de una manera extraña tras comer unos frutos de un pequeño arbusto. Kaldi las imitó. Y ahí empezaron las primeras probaturas de la semilla del café. Por eso no es extraño que el lugar más especial para tomar una taza de café sea precisamente Etiopía. Sobre todo si seguimos, paso a paso, el largo ritual que lleva practicándose durante siglos.
Me refiero a la Ceremonia Etíope del Buna. Una experiencia que dejaría asombrado a George Clooney después de decir aquello de What Else. Esta forma de tomar el café tiene muchísimos pasos, y es muy lenta, así que no se trata solo de ingerir cafeína, sino de dejarse llevar por una ceremonia que estimula todos los sentidos y resulta profundamente terapéutica.
La ceremonia la suele llevar a cabo una mujer que viste un tradicional vestido blanco y prepara con meticulosidad los utensilios para elaborar el café sobre unas hierbas ceremoniales recién cortadas mientras el aroma del incienso envuelve a los asistentes. Tal y como lo explica la guía de viajes Happy, de Lonely Planet:
Primero se lavan los granos de café verdes y se tuestan hasta que empiezan a crujir, abrirse y cambiar de color. A medida que la anfitriona los muele y preparara el café, los granos despiden un aroma maravilloso. Una vez hecho, el cafe se sirve con cuidado en una jebena con un pitorro muy largo. La etiqueta exige a los invitados que beban tres tazas; la tercera, llamada baraka, invoca una bendición.
El café es uno de los alimentos más complejos del planeta, su historia resulta fascinante, y ha cambiado políticas y economías, así como ha propiciando revoluciones intelectuales, como la Era de la Razón de la Ilustración. Por eso tomarlo en Etiopía es como beberse un brebaje vivificador de historia.
Además, en estas tierras encontramos el valle del Rift, a la sazón la llamada cuna de la humanidad, allí donde hemos encontrado las mayores concentraciones de fósiles humanos pretéritos.
Así que el lugar donde nació el café también es el lugar donde nació el ser humano. El lugar idóneo para estimular tus 10.000 papilas gustativas y, por extensión, el resto de tus sentidos.
Imágenes | Pixabay