Viajar o no viajar a Túnez: esa parece ser la cuestión, y no debería ser así. Hace unos días tuve la oportunidad de viajar a este país, y comprobar con mis propios ojos que los escenarios que pisé por primera vez hace ya once años (¡quién lo diría!), se mantienen igual de bonitos y auténticos que entonces.
El problema, pues, de que el turismo en Túnez haya caído en un 80% desde las revueltas del pasado diciembre, parece estar en la seguridad. Tampoco es cierto. El problema, si se me permite decirlo, está en el desconocimiento provocado en la población por unos medios de comunicación que sólo nos informan del mundo exterior cuando hay altercados; es decir, cuando vende.
Y es este uso oportunista de los medios el que ha provocado la actual situación que se vive en Túnez, y otros países como Egipto o Marruecos que también han sufrido agitaciones políticas en los últimos meses: un descenso vertiginoso de visitantes que afecta sobremanera a estos destinos en los que el turismo es la principal fuente de ingresos del país.
Pocas veces me he sentido tan segura como viajando, hace ya un par de semanas, por Túnez. La medina de Sfax se muestra tan auténtica como siempre, el lago de sal de Chott El Djerid reluce bajo el abrasador sol del Sahara, y del palmeral de Tozeur siguen brotando los dátiles más sabrosos del mundo.
La única diferencia palpable entre el Túnez de hace unos meses y el que ahora comienza una nueva andadura en su Historia, se encuentra en su gente: más libre, más alegre, y optimista de cara al futuro. Pero también preocupada, cómo no, por la situación que atraviesa su economía por culpa del descenso del número de turistas.
Sobran razones para viajar a Túnez. En primer lugar, porque no hay motivos para no hacerlo. En segundo lugar, porque quizá no haya un mejor momento que el actual, en que, precisamente por esta injusta situación, es posible disfrutar de un baño en las playas de Hammamet o visitar a los habitantes de las casas trogloditas de Matmata, casi en soledad. En tercer lugar, porque Túnez lo merece, y más cerca no lo podemos tener.
La cuestión no está en viajar o no viajar a Túnez. La cuestión está hacerlo ahora.
Imagen | Katherine Herriman En Diario del Viajero | Viaje a Túnez: recomendaciones de la casa, Un posible recorrido por Túnez