Cuando deambulamos por una ciudad, fijarnos en la arquitectura de sus edificios es una buena forma de bucear en su historia, en los entresijos sociopolíticos, en sus corrientes artísticas... e incluso en sus orígenes geológicos y económicos.
Por eso hay muchos edficios en Londres, y en Gran Bretaña en general, que resplandecen de un color blanco muy puro. Po eso Inglaterra es conocida como la pérfida Albión. Y, por eso, hay que hablar de una época tan antigua como la que está ambientada la película Parque Jurásico.
Piedra de Portland
El tono puro de este blanco lo podemos observar en muchos iconos de Londres, como los siguientes:
- La torre de Londres.
- La catedral de Exeter.
- El Museo Británico.
- El Banco de Inglaterra.
- La fachada oriental del Palacio de Buckingham (incluido el famoso balcón).
Lewis Dartnell abunda en otros ejemplos en su libro Orígenes: Cómo la historia de la Tierra determina la historia de la humanidad:
Sir Christopher Wren la escogió para la reconstrucción de la catedral de San Pablo, así como para muchas otras iglesias de Londres, después del Gran Incendio de 1666. La piedra de Portland también ha sido usada en todo el mundo, por ejemplo, cen el edificio de las Naciones Unidas de Nueva York.
¿Piedra de Portland? En efecto. Es hora de hablar de dinosaurios. O más bien, de la época en la que estaban vivos: el período jurásico, la Edad de Oro de los dinosaurios y, en particular, de los grandes saurópodos (Diplodocus, Brachiosaurus,…) y sus predadores.
En Gran Bretaña, la piedra caliza oolítica se formó en esta época, y reapareció como una gran franja que atraviesa el país, desde East Yorkshire hasta la costa de Dorset, pasando por los Costwolds. Oxford se halla en medio de esta banda, por eso muchas de sus facultades universitarias fueron construidas a base de este material. También encontramos una frnaja diagonal de caliza juráisca en la isla de Portland, un promontorio en el canal de la Mancha, y cuyas olas resisten el embate de las olas.
Esta caliza tiene 150 millones de años. Y es tan blanca que los españoles, al llegar hasta aquí, no pudieron por más que bautizar esta nación como la pérfida albión, en clara alusión a la animadversión que sentían por los británicos. (Los romanos lo asociaron al latín albus (blanco) en referencia a los acantilados de Dover, y Albión fue, pues, el nombre más antiguo que tuvo Gran Bretaña).
La piedra de Portland es un material de construcción fabuloso, y no solo por su delicioso tono cremoso. Los oolitos que la produjeron se cementaron juntos en la cantidad precisa; es lo bastante duradera para resistir en desgaste de los elementos y el desmenuzamiento, pero no es tan imprácticamente dura como para que los mamposteros no puedan cortarla y cincelarla.
A veces las razones para que los edificios sean de una u otra manera o exhiban uno u otro color, pues, dependen de factores tan secretos como fascinantes, que se remontan millones de años atrás en el tiempo.