Los resultados de este estudio revelan que más del 10 por ciento de los pacientes consultados, habían realizado un viaje de más de 4 horas de duración en las 8 semanas precedentes. Y no sólo en avión.
El riesgo de sufrir una trombosis es mayor en la primer semana posterior a un viaje largo. De hecho, el sólo hecho de viajar por más de 4 horas, incrementa al doble las posibilidades de sufrirla.
Hay otros factores que aumentan este riesgo aún más. Entre ellos, tener ascendencia escandinava (!), obesidad, tomar la píldora, medir más de 1,90 m o menos de 1,60 m (!!).
Por suerte, mis abuelos nacieron lejos de Escandinavia, no tengo sobrepeso (al menos, asumido) y no soy ni muy bajita ni muy alta. Y lo de la píldora... no es cuestión a debate.
Vía | Coagulados