Entrar en el ámbito del** Recinto Modernista de Sant Pau**, es hacer un viaje en tiempo hacia principios del siglo XX. La época de oro del Modernismo catalán, cuando la ciudad se iba llenando de hermosos ejemplos arquitectónicos que hoy atraen a miles de viajeros de todo el mundo hacia Barcelona.
Hablamos de un amplio complejo, el conjunto modernista más grande del mundo, que se encuentra muy cerca de la Sagrada Familia y que se levantara cuando este era un rincón periférico de la ciudad. Hoy, los pabellones, túneles, jardines y plazas que dan cuerpo al Recinto Modernista Sant Pau, constituyen una visita ineludible en Barcelona.
Recinto Modernista Sant Pau, su historia
La historia, sin embargo, comienza mucho antes, cuando en 1401 Barcelona abre un único hospital para reunir la atención que hasta entonces se ofrecía en 5 pequeños hospitales ligados a órdenes religiosas. El 5 de septiembre de 1401 con una bula del papa Benedicto XIII, se autoriza la constitución del Hospital de la Santa Creu.
Esta institución funcionó en su edificio gótico del barrio de Raval hasta finales del siglo XIX, en que se mostraba ya como insuficiente para una ciudad que continuaba creciendo. La actual sede la Biblioteca de Catalunya ocupa aquel primer edificio del hospital de la Santa Creu (Carrer Hospital, 56).
A finales del siglo XIX, el crecimiento demográfico de Barcelona y los adelantos de la medicina hicieron que el Hospital se quedara pequeño. Por esta razón se planteó la construcción de un nuevo edificio. Gracias al legado del banquero Pau Gil, el 15 de enero de 1902 se colocaba la primera piedra del nuevo centro hospitalario, diseñado por Lluís Domènech i Montaner, uno de los maestros del Modernismo catalán.
El recinto se inaugura en 1930 mostrando un diseño atípico e innovador, dividiendo las especialidades nacidas con la evolución de la Medicina e incorporando adelantos que para la época fueron revolucionarios. Domènech i Montaner tuvo en cuenta conceptos nuevos (y por entonces casi desconocidos) para conseguir más higiene para prevenir contagios (como el usar azulejos de suelo a techo), o lo que hoy llamamos cromoterapia al dar luz y color diferente a cada pabellón.
Las líneas orgánicas y la inspiración de la Naturaleza, tan del estilo, ayudaron a crear espacios únicos y bellos entendiendo tanto a la salud física como la emocional. Una obra de esta envergadura no podría haberse realizado sin el apoyo del dinero del banquero Pau Gil (de allí que el recinto sumara a "la Santa Creu", el nombre de "Sant Pau" en su honor).
Recinto Modernista Sant Pau, sus características
Hoy el Recinto se ha convertido en un centro del conocimiento, en el que cada uno de los pabellones que antiguamente atendían distintos tipos de dolencias, se dedica al conocimiento y a instituciones referentes en los ámbitos de la sostenibilidad, la salud y la educación.
Domènech i Montaner ideó un gran espacio donde se distribuyeron los pabellones a partir del magnífico edificio de Administración que domina el acceso en el cruce de las calles San Antonio María Claret y Cartagena. Ya en el interior, el Pabellón de las Operaciones se ubica en el centro de una amplia explanada y rodeado de los pabellones de especialidades. Y por debajo del nivel de la calle, una red de túneles por los que accedían los carros de entonces (y ambulancias después) con los pacientes.
El complejo sanitario estuvo en funcionamiento hasta el año 2009 en el que trasladó su atención a un moderno edifico colindante. El antiguo recinto, transformado durante décadas para dar cabida a los servicios de un hospital en la actualidad, necesitaba una gran tarea para volverlo a su esplendor.
A partir del año 2011 comienzan las obras de rehabilitación que aún hoy continúan. Actualmente, la visita guiada al Recinto Modernista Sant Pau incluye uno de los pabellones de pacientes, los túneles, los jardines y explanada, el pequeño Pabellón de Sant Jordi y "la joya de la corona", el edificio de Administración.
Toda la imaginación del artista, toda la belleza del Modernismo en su máxima expresión en cada detalle: ventanas, puertas, mosaicos, vidrierías, cornisas, arcos, elementos arquitectónicos y decorativos que han recibido cientos de horas de tratamiento y cuidados para devolverles a su estado original. En muchos casos escondidos detrás de paneles levantados para ganar espacio para consultas, estos detalles artísticos y la belleza del conjunto le ha valido ser declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Una visita al Recinto Modernista Sant Pau te acerca a un trocito de la historia de la ciudad, a uno de los ejemplos más impresionantes del arte y a un espacio bello para disfrutar. Además, de conocer detalles y curiosidades, te asombrarás por una arquitectura pensada para dar servicio y, asimismo, maravillar con sus formas.
Imágenes | María Victoria Rodríguez
Web oficial | Recinto Modernista Sant Pau (información sobre las visitas guiadas aquí)
En Diario del viajero | La Ruta Europea del Modernismo
En Diario del viajero | Ruta del Modernismo en Barcelona: Casa Amatller
En Diario del viajero | Visita el Mercado Modernista de Santa Caterina de Barcelona