Sin las restricciones del Hayedo de Montejo, pero igual de encantadora: descubre esta joya secreta de la sierra madrileña

El otoño es una de las mejores estaciones para adentrarse en la naturaleza, y pocos paisajes capturan mejor su esencia que los bosques que, con la llegada del frescor, se visten de un manto multicolor. Los tonos dorados, rojizos y ocres cubren los árboles, ofreciendo un espectáculo visual que varía cada semana, a medida que las hojas caen y decoran los caminos.

En España tenemos la suerte de contar con muchos sitios que nos permiten disfrutar de este plan, como es el caso del Bosque de La Herrería, un paraíso natural situado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid. A diferencia de otros bosques protegidos, como el famoso Hayedo de Montejo, que limita el acceso para preservar su ecosistema, La Herrería está abierto al público durante todo el año, permitiendo que cualquiera pueda disfrutar de su belleza sin necesidad de realizar reservas o cumplir con estrictas normativas.

Declarado Paisaje Pintoresco en 1961 e incluido en la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves, este magnífico enclave natural, a tan solo 50 kilómetros de la capital, es perfecto para una escapada de un día o una visita más pausada.

Un paisaje que sorprende, al lado del Monasterio del Escorial

El bosque se extiende por 497 hectáreas de rebollos, fresnos, enebros y castaños, que en otoño brindan un paisaje sin igual. Su cercanía al Monasterio de El Escorial lo convierte en un destino que combina a la perfección naturaleza e historia, siendo ideal tanto para amantes del senderismo como para quienes buscan una caminata relajada.

Los senderos del Bosque de La Herrería son accesibles para todo tipo de público, y una de sus rutas más populares es la que lleva hasta la Silla de Felipe II, un mirador de granito desde el que se puede contemplar una panorámica impresionante del Monasterio y su entorno. La leyenda cuenta que fue en este asiento natural donde el rey Felipe II observaba el progreso de las obras del monumental monasterio que mandó construir. Desde este punto, rodeado de naturaleza y con unas vistas espectaculares, se puede experimentar la conexión entre historia y paisaje de manera única.

Otro de los atractivos del bosque es la presencia de fauna variada, como ardillas, corzos y diversas especies de aves. Además, el clima suave del otoño madrileño convierte a La Herrería en un lugar ideal para disfrutar de un paseo o simplemente sentarse a contemplar la naturaleza.

El bosque cuenta con áreas habilitadas para hacer picnic, lo que lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de una comida al aire libre rodeado de naturaleza. Dispone también de varios senderos que permiten recorrer sus alrededores con calma, siendo un destino perfecto tanto para familias con niños como para quienes deseen disfrutar de la compañía de sus mascotas.

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