Ayer por la noche se abrieron al público unas termas que forman parte del conjunto arquológico de Pompeya. Se trata de unas termas decoradas con frescos de escenas eróticas, que fueron descubiertas en los años cincuenta pero, hasta el momento, habían permanecido prácticamente cerradas a los visitantes.
Las termas miden unos 800 metros cuadrados y están compuestas por tres salas: un vestuario (apodyterium), el cual era compartido entre hombres y mujeres, un local con una piscina fría (frigidarium) y otro con una piscina templada (trepidarium). En el vestuario, los visitantes verán ocho de los dieciséis frescos cuadrados que adornan las paredes.
Según el director de las excavaciones en Pompeya, quienes frecuentaban este lugar solían ser los navegantes a su regreso de alta mar. Los especialistas creen que las pinturas, ordenadas según la intensidad de la práctica sexual, servían de catálogo para los servicios prestados en el interior.
La construcción se remonta a la edad Augusta (entre el 44 a.C. y el 14 d.C.). Y lo curioso es que estuvo a punto de ser confiscado por ser una construcción ilegal, al encontrarse muy cerca de las murallas de la ciudad. Pero antes de que pudieran cerrar las termas, la lava del Vesubio dejó a Pompeya sepultada junto a sus últimos habitantes.
La apertura especial de este monumento durante la noche de ayer pretende ser una primera toma de contacto para abrirlas definitivamente este verano.
Foto | Flickr de DivesGallaecia Vía | El País En Diario del Viajero | Tour virtual por Pompeya En Diario del Viajero | Reabre un bar en Pompeya, 2000 años después En Diario del Viajero | Nápoles: frescos de Pompeya vuelven, restaurados, a exponerse al público