Dominando el río Loira, el Castillo Real de Blois es el punto focal de una encantadora ciudad. Uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura renacentista en Francia.
Alrededor del siglo X se nombra Conde de Blois a Thibaud I, y con él se inicia una estirpe familiar que permanecerá en el poder hasta el año 1230. En esta época Blois se convierte en la ciudad más importante de la región del Valle del Loira.
La primera piedra del castillo data de aquellos siglos, en los que la ciudad se fortifica. Una serie de murallas y fosos rodeaba el castillo sobre el promontorio al lado del río donde se ubica. Hoy en día hay muchos recuerdos de aquellas obras: mojones, muros, piedras que se pueden ver al caminar las callecitas que rodean al castillo, en pleno corazón de la ciudad de Blois.
Durante la guerra franco-inglesa conocida como la Guerra de los Cien Años, la fortaleza se convierte en Castillo Real. A finales del siglo XIV el condado de Blois es vendido al Príncipe Luis de Orleans, hijo del Rey de Francia Carlos V. El Príncipe vivió en esta residencia durante 25 años y allí reunió a su pequeña corte de intelectuales y artistas.
Su nieto, Luis XII se convirtió en Rey de Francia en 1498 y se mudó a Blois convirtiendo a este pequeño pueblo en la capital del Reino. El crecimiento de la ciudad fue constante durante su reinado y el de su sucesor, Francisco I. Fue éste quien abandona la ciudad después de una derrota militar en 1525, y a partir de allí los reyes franceses la visitaron de tanto en tanto.
En el frente del Castillo, mirando a la amplia explanada que antiguamente estuviera rodeada de edificios anexos que alojaban a la corte, puede verse los símbolos de la dinastía: la flor de lis del Rey y el armiño de la Reina Ana de Bretaña. Asimismo, está el simpático puercoespín, con el cual se simboliza al Rey Luis XIII.
Por este Castillo han pasado grandes figuras de la historia francesa. Aquí fue bendecida Juana de Arco antes de partir hacia Orleans para combatir a los ingleses. Aquí vivió exiliada María de Médicis. Luis XIII pasó temporadas aquí hasta el año 1626, cuando después de un complot contra su vida, regala el Castillo a su hermano el Duque de Orleans.
El castillo estuvo abandonado por mas de un siglo y hoy pertenece a la ciudad de Blois. Abre todos los días a partir de los 9 horas (cierra alrededor de las 18 hs de acuerdo al mes del año) y el costo de la entrada va desde los 4 a lo 9 euros (dependiendo de la edad). Hay un espectáculo de luz y sonido durante los meses de verano, en el patio interior (entrada combinada 15 euros).
Recordemos que la región del Valle del Loira ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
Fotos | María Victoria Rodríguez y Jean Maurice En Diario del Viajero | Valle del Loira