Laulupidu: el Festival de la Canción de Estonia (I)

Este fin de semana tuvimos la oportunidad de asistir en Tallinn a la XXV edición del Laulupidu o Festival de la Canción, un evento que se celebra cada cinco años y que reúne a coros de más de 30.000 personas cantando al unísono, en uno de los mayores eventos corales ‘amateur’ de todo el mundo.

El primer festival se celebró en 1869 en Tartu, en pleno despertar nacionalista estonio. Estonia dispone de una enorme colección folklórica, sólo superada por Irlanda, y cantar es una tradición nacional, más que un mero hobby. No en vano, Estonia se independizó pacíficamente de la URSS en la llamada Revolución de las Canciones, donde la música jugó un papel fundamental.

El Laulupidu es una espectacular demostración folklórica, con coros de todo el país vistiendo sus trajes típicos. Se dan cita más de 100.000 personas, sumando cantantes y espectadores. No parece mucho, pero Estonia es un país muy poco poblado. Si extrapolásemos esta cifra a España, equivaldrían a casi 4 millones.

‘Lauluväljak’: el escenario

El Festival de la Canción se celebra en uno de los lugares más particulares de Tallinn: el Lauluväljak o ‘Campo de las Canciones’. En una ciudad de sólo 400.000 habitantes sorprende encontrar este magnífico escenario con forma de concha y capacidad para 30.000 personas, situado frente a una explanada que puede albergar a más de 70.000.

Paradójicamente, fue construido en la época soviética, durante la cual el Festival siguió celebrándose, mezclando la música popular con los himnos comunistas y la exaltación a los líderes soviéticos. A finales de los años 80, fue escenario de masivas concentraciones espontáneas en las que se cantaban canciones reivindicativas y se exigía la independencia.

También sirve de escenario a los grandes macroconciertos que se celebran en la ciudad. A falta de grandes estadios, artistas como Madonna o el malogrado Michael Jackson han actuado en el Lauluväljak

El desfile inaugural

Antes de comenzar a cantar, todos los coros se reúnen en el centro de Tallinn, situado a casi cinco kilómetros del escenario. Agrupados alfabéticamente por condados (y dentro de cada condado, alfabéticamente por municipios), los coros comienzan a desfilar.

Se trata sin duda de la mejor muestra de la vestimenta folklórica de Estonia: faldas coloridas (cada región con sus colores particulares), sombreros, uniformes variopintos y adornos metálicos, especialmente llamativos en los trajes femeninos de la región de Setumaa, entre Estonia y Rusia.

En medio de un ambiente festivo, los coros cantan y bailan mientras las bandas de música tocan. Algunos incluso llevan carrozas. Desde que el primer coro sale del centro hasta que el último llega al escenario pasan más de cinco horas. A lo largo de todo el trayecto, hay público aplaudiendo el espectáculo.

Una vez que los 30.000 cantantes están preparados, comienzan a cantar mientras una antorcha sube por la torre de 42 metros que hay al lado del escenario. Cuando la llama prende el pebetero, comienza el festival. Cantantes y espectadores cantan al unísono Mu isamaa mu õnn ja rõõm, el himno nacional. La sensación de escuchar a 100.000 personas cantándolo a la vez es sobrecogedora.

El vídeo mostrado a continuación es del anterior festival (2004), pero os servirá para haceros a la idea de como es el festival, a la espera de que se suban vídeos decentes de este año y podamos comentarlos en el próximo post, donde hablaremos del desarrollo del evento. La canción, Ilus maa, es el tema inicial de la película The Singing Revolution, inspirada en el Festival de la Canción de Estonia y en los sucesos que desembocaron en la independiencia del país frente a la URSS.

Imágenes | Ignacio Munguía
En Diario del Viajero | Laulupidu: el Festival de la Canción de Estonia (II)

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