No tenemos porque estar tristes porque el verano se haya ido porque nuestras lágrimas, y a veces algo de lluvia, no nos dejan ver la explosión de color del momento actual. Nunca nos cansaremos de recomendaros escapadas a las Baleares, como hoy, que os proponemos disfrutar de Mallorca en otoño con cinco planes estacionales perfectos.
Salir a la naturaleza a vivir el color y a buscar sus deliciosos frutos, aprovecharse de la luz especial que hay en el cielo, lanzarse a las calles y caminos sin turistas... así es Mallorca en otoño y así os proponemos que la exprimáis al máximo.
Bosque y setas: no hay mejor momento que el otoño
Dicen que cuando los turistas se marchan, salen los mallorquines. Y lo de salir se lo toman al pie de la letra porque uno de los planes más recurrentes en esta época del año es disfrutar de largos paseos por el campo recolectando setas. Además tienen un un papel protagonista en la gastronomía mallorquina y son claves para elaborar algunos platos típicos como el arroz meloso con esclata-sangs, las manitas de cerdo rellenas de setas, los salmonetes con boletus...Un lugar perfecto para la recolección de setas en la isla es la Sierra de Tramuntana, pues sus altas cumbres, su nivel de humedad y sus temperaturas favorecen sobremanera la producción de múltiples especies comestibles: desde las más apreciadas como las setas esclata-sangs que podemos encontrar en los meses de octubre y noviembre, hasta variedades como los rebozuelos, boletus, trompetillas o níscalos.
Senderismo por Serra de Tramuntana: naturaleza en colores ocres
Aunque no nos paremos a coger setas, al que le guste caminar y disfrutar en esta época del año de la naturaleza y del paisaje otoñal bajo un amplio cielo azul, su lugar es la Sierra de Tramuntana, al norte de la isla y declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Una cordillera larga y estrecha con pinos, encinas y carrascos, pintada con casas de piedra, cultivos en terrazas, acantilados y calas escondidas donde disfrutar de aire puro y de pueblos con mucho encanto. Te aconsejamos pasar por Valldemosa, Deià, Sóller o Fornalutx, lugares pequeños y coquetos donde contemplar paisajes de mar y montaña, donde desconectar caminando entre sus calles empinadas y llenas de tranquilidad y donde regalarse un homenaje gastronómico digno de recordar.
Mallorca desde el cielo
Os puedo contar en primera persona que un vuelo en globo es quizás una de las más sorprendentes que una persona puede vivir. Como propuesta otoñal os aconsejamos contemplar el hipnótico paisaje mallorquín a vista de pájaro, a primera hora del día o al atardecer dejándote invadir por una indescriptible sensación de paz y silencio. Ver el amanecer sobre el Mediterráneo desde 500 metros de altura o disfrutar de las cadenas montañosas más espectaculares de la isla es una experiencia memorable. De todas las maneras que hay para surcar los cielos, hacerlo en globo desde Manacor es probablemente la más emocionante, pues la idea de alzarse en una cesta en busca de las corrientes más favorables parece casi mágica. Una vez que levanta el vuelo y, el globo gana altura de forma progresiva, empiezas a contemplar paisajes que desde el cielo se hacen asombrosos y extraordinarios, una sensación onírica e imposible de olvidar que se incrementa en otoño con el degradado de colores verdes y anaranjados.
Disfrutar de un paseo en bicicleta junto al mar
En cuanto deja de hacer calor y hay algún coche menos por las carreteras de la isla es la hora de guardar el bañador y sacar la bici del garaje. El clima cálido y la variedad de rutas disponibles convierten a Mallorca en uno de los mejores destinos en los que gente se da cita para disfrutar del mejor ciclismo. Desde las montañas de la Tramontana con sus desafíos alpinos a las llanuras del interior de la isla, hay una increíble oportunidad de explorar la isla en bicicleta y de disfrutar de las maravillosas rutas panorámicas y de los paisajes espectaculares que ofrece. La península de Formentor, la carretera costera de la Tramuntana, el pequeño pueblo pesquero de Sa Calobra o la propia Palma de Mallorca son rutas de lo más populares en la isla que, sin duda, merece la pena explorar. Muchos hoteles, como el hotel Barceló Illetas Albatros, ofrecen alquiler de bicicletas para disfrutar de la ruta ciclista más popular de Palma, que transcurre junto al mar, desde Porto Pi hasta El Arenal, y atraviesa la elegante zona de Portixol, El Molinar, Ciudad Jardín, Playa de Palma y El Arenal. Pedalear por esta ruta constituye una fantástica forma de conocer el paseo marítimo de la ciudad y dejarse embelesar por la maravillosa Palma de Mallorca.
El Ocho de la Catedral de Palma de Mallorca: luz y color
La Seu, como se conoce popularmente la maravillosa Catedral de Palma, es uno de las catedrales góticas más admiradas del mundo y una visita imprescindible si viajas a Mallorca. Es espectacular en todas las épocas del año, pero es en otoño, concretamente el 11 de noviembre, cuando se puede contemplar uno de los mayores espectáculos lumínicos de la isla: “el ocho”. Se trata de una alineación perfecta entre el sol y el rosetón de la fachada de la Catedral entre las 8 y las 9 de la mañana que dura unos minutos, y durante los cuales los colores de la vidriera del rosetón se proyectan a lo largo de la nave central hasta fijarse en la fachada contraria, creando de este modo la forma de un 8. Este espectáculo que también se puede ver el 2 de febrero, cada vez atrae a más gente que quiere disfrutar de este efecto lumínico fruto del azar y de esta maravillosa catedral gótica.