La ciudad de París ha dedicado una sección de su cementerio Ivry-sur-Seine a entierros libres de químicos y con bajo contenido de carbono, con marcadores de tumbas de madera utilizados en lugar de lápidas.
Sí, un cementerio ecológico, medioambientalmente sostenible. Según Pénélope Komitès, vicealcalde a cargo de los asuntos funerarios, el primer cementerio ecológico de la ciudad es otra iniciativa en la lucha contra el cambio climático.
Contaminar hasta la muerte
Lo que más CO2 genera no conducir, ni siquiera volar en avión, es sencillamente tener hijos: aunque porcentualmente contaminamos menos ahora que antes, cada vez somos más y más personas en el mundo, lo que se traduce en una mayor contaminación en términos absolutos.
Y somos tantos que no solo contaminamos sobremanera cuando estamos vivos, sigo que seguimos haciéndolo cuando morimos, cuando el sepulcro nos reclama.
Solo hablemos del espacio: el número de muertos anuales en Gran Bretaña es 800.000. Es decir, que para enterrar a los muertos no incinerados en Gran Bretaña necesitamos cada año 560 campos de fútbol. 560 campos de fútbol llenos de muertos. Francia baraja cifras incluso superiores.
Por eso París ha querido dar ejemplo. Ahora los parisinos podrán reducir sus huellas de carbono incluso después de la muerte: una sección con 150 parcelas de entierro verde se ha abierto en el suburbio sur de Ivry-sur-Seine. Es parte del cementerio más grande de la ciudad de París en Ivry-sur-Seine.
Para cumplir con los estándares de entierro verde, los elementos utilizados en los entierros deberán ser biodegradables. Los ataúdes y las urnas deben estar hechos de cartón o madera sin barnizar de origen local. El fallecido debe renunciar a las técnicas de conservación química (embalsamamiento) y debe ser enterrado con ropa hecha de fibras naturales. Las lápidas tradicionales serán reemplazadas por marcadores de madera "discretos".
Un estudio de 2017 realizado a pedido de la Ciudad de París encontró que los entierros tradicionales generan, en promedio, 833 kilogramos (o casi 1 tonelada) de dióxido de carbono, casi el equivalente a un vuelo de ida y vuelta entre París y Nueva York.
La cremación produce un promedio de 233 kilogramos, y el entierro sin lápida, 182 kilogramos.
El entierro verde también ofrecerá un incentivo financiero. Según la ciudad, el coste a 10 años de un lugar de entierro será aproximadamente un 20 por ciento más bajo que en un cementerio regular.
El área de entierro verde de Ivry-sur-Seine está ajardinada de una manera más natural que muchos cementerios franceses, que tienden a tener lápidas, gravas y caminos de hormigón densamente dispuestos, a menudo con poca vegetación. Físicamente, los cementerios ecológicos franceses se verán más similares a los cementerios estadounidenses tradicionales.
Según Richard Feret, presidente de la Confédération des Pompes Funèbres et de la Marbrerie, una asociación que representa a empresas funerarias en Francia, dla industria ya ha introducido opciones más ecológicas.
Hace unos 15 años, los fabricantes de ataúdes comenzaron a usar pegamentos libres de solventes y barnices a base de agua. Un número creciente de compañías funerarias ... trabajan con ataúdes mucho más ecológicos. Incluso hay empresas que eligen participar en una iniciativa en la que los árboles que se cortan para hacer ataúdes son reemplazados por árboles nuevos.
La ciudad planea abrir 2.000 parcelas verdes más en los próximos años.
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