Esta compañía vuela con aviones Boeing 767 diseñados para llevar 300 pasajeros, pero acondicionados para transportar sólamente 100 plazas business class.
Su operación está dirigida al viajero por negocios y le brinda servicios especiales. Por ejemplo, se olvida de los check-in de 2 o 3 horas previas a la salida del vuelo. Sólo debe presentarse en el aeropuerto de London Luton o New York Newark con 30 minutos de antelación en la terminal privada de la compañía. Claro, tampoco tendrá muchos problemas para trasladarse hasta allí porque junto con su reserva de vuelo, podrá elegir entre las distintas opciones de transporte privado hacia el aeropuerto. ¿El señor quiere un chofer o prefiere llegar con su coche y optar por el valet-parking? ¿Tal vez un helicóptero desde la sede de su empresa para evitar los atascos?
A bordo siguen los mimos. Sólo hay asientos ventanilla o pasillo, claro. Y si viajas sin acompañante te garantizan que no sentarán a ningún gordo parlanchín o madre-mas-bebé a tu lado. Volarás sobre el Atlántico tú solito, para poder disfrutar de los asientos anatómicos y extragrandes que se transforman en una supercama si te toca un vuelo nocturno.
Baños de diseño, pantallas de alta tecnología para el cine de estreno, comida gourmet, compartimentos extra grandes para el equipaje de mano. Y no te despertarán con un flash de luz al amanecer para darte un desayuno de plástico. No, nada de éso. Esperarán a que abras tus ojitos y te traerán la bandeja con el café a tu gusto y tu zumo favorito justo antes de llegar a destino. Descansado y sin arrugas.
Un servicio de primera categoría para aquellos que paguen a partir de los 1100 euros el billete de ida y vuelta (tarifa promocional, claro). Si eres de aquellos que buscan el 3 x 2 del supermercado, esto no es para tí (ni para mí).
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