Parece que a algunos barceloneses no les gusta ver a los bañistas cambiarse al fresco, ya fuera tirando de toalla o al natural. El propio presidente de Turisme de Barcelona, el conocido Joan Gaspart, llegó a hablar de "strip-tease en plena playa".
Así que ayer mismo se anunció de un acuerdo entre el patronato y el ayuntamiento por el que se van a instalar en las playas de la ciudad consignas y vestidores. El fin es captar al turista de alto poder adquisitivo, ese al que le gusta ir al playa, dejar sus cosas en un armarito cerrado con llave y tener un sitio donde cambiarse de bañador sin que nadie pueda atisbar sus partes pudendas.
A mi me parece una contradicción, primero porque el espíritu playero es todo lo contrario, y segundo porque el turista de alto poder adquisitivo no suele ir a la playa, por lo menos en su mayoría. Claro que habría que saber lo que entienden ellos por "alto poder adquisitivo".
Las primeras pruebas se van a realizar en la zona del Fòrum y en la playa de la Barceloneta. Veremos a que precio sale ser VIP en la arena de Barcelona.
Vía | ADN