Grandes obras de arte a conocer: Luis XIV, rey de Francia

En nuestras visitas a museos, nos enfrentamos a grandes obras de arte y muchas veces ignoramos las historias que se esconden en su realización. Con suerte, un guía nos dará algunos datos o leeremos algo en alguna guía. Intentaremos darte más información para comprender algunas grandes obras de arte que debes conocer. Hoy nos acercamos al cuadro llamado Luis XIV, rey de Francia

Este cuadro es obra de Hyacinthe Rigaud que la realizó en 1701.

Luis XIV era el Rey Sol, tenía el poder, quería impresionar, era temido. Estas son algunas premisas que lograron plasmarse en la obra de Rigaud. A Luis le gustaba especialmente que le retrataran como emperador, omnipotente, magnífico, orgulloso, con mirada despectiva. En Versailles, el magnífico palacio que había construído como homenaje a si mismo, no había mujer que se le escapara.

Combatió en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. Ocupó Estrasburgo y territorios alemanes, saqueó Heidelberg y Mannheim. Era brutal, frío y sin piedad. Un absolutista con todas las letras que no dudó en posar con todos sus atributos y lujos cuando su pueblo pasaba hambre.

En la obra se le retrata a sus 63 años, 14 años antes de su muerte, cuando la enfermedad empezaba a aquejarle pero no quería mostrar ningún signo de debilidad. Un detalle curioso: en sus retratos de edad adulta, nunca sonríe. Sucede que a partir de los 30 años, comienza a sufrir enfermedades dentales que le llevan a perder toda su dentadura. Además, la seriedad era signo de poder y una de las bases de su "imágen pública". La frontalidad y dignidad desprovista de sonrisas servían para destacar el distanciamiento de los soberanos absolutos.

Es una obra de gran tamaño (2,90m x 1,90 m), pensada para crear un prototipo de representación de la monarquía en todo su esplendor y poder absoluto. Una cortina roja con bordes dorados enmarca la figura del rey que viste sus ropas de coronación donde aparece la tradicional flor de lis de la monarquía francesa. Los tributos reales (corona, cetro y espada) aparecen convenientemente a mano del rey que luce siguiendo los lineamientos de la moda que él mismo impuso y con una abundante peluca de pelo natural.

Fijaos que el pintor, adoptó un punto de vista muy bajo, desde debajo de la tarima que se adivina debajo del personaje, y así se acentúa la postura magna del rey.

Luis XIV, rey de Francia se expone en el Museo del Louvre.

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