Esta joya histórica es la isla habitada más pequeña de España y también la única ciudad amurallada en la Comunidad Valenciana

Elegir una isla pequeña y poco poblada como destino de vacaciones ofrece varias ventajas, como poder disfrutar de la autenticidad que suele arrebatar la masificación o vivir experiencias genuinas, como el tener una verdadera interacción con la comunidad local para entender de una forma más profunda su estilo de vida.

Precisamente la Comunidad Valenciana alberga una de las más especiales de nuestra geografía, tanto por sus características naturales, como por su rica historia. Hablamos de Tabarca, la única isla habitada y amurallada de la región.

Esta isla es famosa porque sus costas fueron un refugio para piratas berberiscos. En el siglo XVIII, el rey Carlos III ordenó fortificar la isla y construir un pueblo para alojar a varias familias de pescadores genoveses que habían sido cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka. Las murallas que rodean su núcleo urbano y de la que aún se conservan partes importantes como las puertas de acceso, han sido reconocidas como Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

Qué hacer en Tabarca

Foto | Comunitat Valenciana

Aunque la visita típica consiste en ir a pasar el día, alojarse al menos una noche en la isla ofrece uno de los mejores y más raros planes que podemos disfrutar en la actualidad. Hablamos de explorarla con tranquilidad, especialmente en horas de la tarde, cuando los turistas que la visitan de forma puntual se marchan. Caminar por sus calles sin sin las multitudes típicas de destinos más populares es un lujo que pocos destinos ofrecen.

El núcleo urbano es muy pintoresco e invita a disfrutar de la calma. Además del puerto marinero, posee el Museo Nueva Tabarca, que ofrece información muy valiosa sobre el patrimonio, la historia y la riqueza natural y etnográfica. Por supuesto una excelente oferta gastronómica, en el que el tradicional caldero, plato típico de la isla, ocupa el primer puesto de los manjares a probar.

Foto | Comunitat Valenciana

Por supuesto, el Faro de Tabarca es otra de sus atracciones principales porque aún está en funcionamiento. Su construcción fue parte de un plan para avisar a los barcos de los numerosos islotes rocosos y escollos que la rodean y así mejorar la seguridad marítima en la zona.

Al tratarse de una reserva marina, la isla también ofrece una amplia variedad de actividades acuáticas, desde disfrutar de sus preciosas calas y aguas cristalinas, hasta bucear y hacer snorkel para descubrir la gran diversidad de especies marinas que alberga, incluyendo posidonias, corales y peces. Sin duda, este es un destino que conserva la esencia del Mediterráneo y que además es ideal para visitar en familia.

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