Viajamos hoy a paisajes únicos, impresionantes montañas surcadas por caídas de agua que merecen estar en el podio de las cascadas más impresionantes de Europa. Paramos en Francia, en Alemania y Noruega para deleitarnos con estas postales que nos ofrece la naturaleza en estado puro.
Más accesibles o más remotas, las tres nos sumergen en el fragor de sus aguas, en velos vaporosos enmarcados en el verde frondoso, el gris calcáreo o el blanco helado del entorno, a muchos metros de altitud. Tres cascadas de altura, tres cascadas de récord.
Cascada de Gavarnie, Francia
La cascada de Gavarnie, también conocida como Grande Cascade de Gavarnie, es la cascada más alta de Francia y la segunda de Europa si exceptuamos las de Noruega. La cascada está situada en el Circo de Gavarnie, en el parque nacional de los Pirineos (región de Mediodía-Pirineos). Alimentada por la nieve y el deshielo de un pequeño glaciar, cuyas aguas discurren bajo tierra hasta salir por el borde superior de la cascada, marca el inicio del río Gave de Pau.
La caída está dividida en dos saltos de agua y la altura máxima de la cascada de Gavarnie es de 423 metros. El entorno es espectacular y es que el circo de Gavarnie es una maravilla de la naturaleza: forma parte del macizo de Monte Perdido, declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad. Una gran muralla rocosa, un coliseo natural rodeado de picos de más 3000 metros de altitud.
La corriente de aire de la cascada forma un microclima frío en los pies y mantiene la nieve durante muchos meses del año en la parte superior. La época de mayor flujo de agua se da con las lluvias y nevadas, principalmente en invierno y otoño. En invierno, a veces el tiempo se detiene, se hace el silencio: la caída se congela y deja de fluir.
Para llegar a la cascada más alta de Francia podemos realizar una de las rutas más conocidas e imprescindibles del Pirineo, muy accesible, caminando desde el pueblo de Gavarnie entre el río, puentes, pasarelas, pastos y bosques. Hay distintas rutas para llegar y recorrer el circo de Gavarnie que salen desde la misma población.
La más habitual lleva unas cuatro horas en total, subiendo desde el aparcamiento hasta el Hotel du Cirque et de la Cascade (su terraza es un auténtico mirador al circo), y tomando después un sendero más estrecho y pedregoso para llegar a los pies de la Gran Cascada. Las paredes del circo también están recorridas por otros saltos de agua más pequeños. Todo un espectáculo antes de emprender la vuelta, que se hace más ligera, ya que es de bajada.
Cascada Röthbach, Alemania
Röthbach es la cascada más alta de Alemania y de toda Europa fuera de Noruega. No es accesible fácilmente, de modo que no es excesivamente conocida y hay otras cataratas en el país germano que le han pretendido usurpar el puesto. Pero la Cascada Röthbach (en alemán: Röthbachfall) tiene una caída vertical de 470 metros y es la más alta del país. Se encuentra en la zona de Berchtesgaden en el sureste del lago Obersee (parque nacional de Berchtesgaden).
La mejor manera de contemplar la cascada es tomar el barco eléctrico a través del Lago Konigssee hasta Salet y luego caminar hasta el siguiente lago. El viaje en barco por el lago Koenigsee ya impresiona, entre las paredes de los acantilados. En tierra firme una vez que se llega a el muelle de Saletalm, tras una hora y media de caminata por el bosque se llega al lago Obersee.
Después el sendero se estrecha pero merece la pena caminar cerca de una hora más hasta el final del valle para llegar a la cascada de 470 metros. La época más recomendable para tomar el sendero y ver la cascada a pleno funcionamiento es primavera y verano, con el deshielo.
Vinnufossen, la cascada más alta de Europa
Terminamos en el país rey de las cascadas de récord, Noruega, donde se encuentran las primeras 16 cascadas más altas del continente europeo. Vinnufossen, con sus 865 metros de altura, es la cascada más alta en Europa y la sexta más alta en el mundo. La cascada de Vinnufossen está localizada al este del pueblo de Sunndalsøra en el municipio de Sunndal en la provincia de Møre og Romsdal, al suroeste de Noruega.
El hielo del glaciar Vinnufonna es el que alimenta el río Vinnu y las cuatro finas caídas de agua de esta catarata que surge de la montaña a 1814 metros de altitud, cuya cumbre a menudo está nevada incluso en verano. La cascada desemboca en el río Driva y este en un fiordo. La mejor época del año para ver Vinnufossen rugir esplendorosa es con el deshielo, en primavera y verano.
La cascada se ve desde la carretera 70, a pocos kilómetros de Sunndalsøra. Cerca de la cascada, en el valle hay un aparcamiento, y es recomendable caminar hacia ella para descubrir el entorno en toda su plenitud. Por supuesto, para los especialistas en barranquismo esta caída de agua supone todo un reto, y obtienen las mejores vistas del valle desde lo alto, o se empapan del agua vaporizada, pero nosotros nos quedamos contemplando la cascada más alta de Europa desde abajo...
Fotos | Ihagee86 en Flickr-CC, Davide Zanchettin en Flickr-CC y Commons Wikimedia By Carl S Bj, CC BY-SA 3.0,