El pueblo británico se encontró muy disconforme con la noticia y hasta el mismo Príncipe Carlos expresó que la baja de estos vehículos será una gran pérdida para la cultura inglesa, aunque reconoció que muchos de ellos se encontraban obsoletos y que este cambio se hacía necesario, sobre todo para brindar un mejor servicio a los usuarios. Por su parte, la compañía Ensign Bus Company, responsable de la concesión del servicio, comunicó que si bien los vehículos dejarán de funcionar como medio de transporte público, durante un tiempo más, van a seguir circulando por las calles, como medio publicitario o bien como elemento decorativo en alguna ocasión especial para la que se requiera su presencia.
Un dato curioso es que, apenas conocida esta novedad, cientos de personas llamaron a la empresa para averiguar si estos legendarios autobuses se encontraban a la venta, y algunos de ellos no pudieron creer cuando del otro lado, los empleados respondían que sí. Aquellos buses que hayan operado hasta el 9 de diciembre, costarán 12.000 euros y si el cliente quisiera adquirirlos reciclados y en el mismo estado que en los años cincuenta, el precio ascendería a 45.000 euros.
Vía | 20 minutos.es