Durante el siglo VIII a.C. Esparta, la gran ciudad estado de la Antigua Grecia ubicada en el Peloponeso, estaba enfrascada en una larga guerra con su vecina Mesenia. Esparta crecía y necesitaba más tierras para alimentar a sus ciudadanos.
Pero esta larga guerra se prolongó casi dos décadas y la sociedad espartana tuvo que modificarse para poder sobrevivir a la misma. Para entender este proceso y saber por qué de la necesidad de tierras en el Peloponeso, llegamos a fundación de una nueva ciudad en el sur de Italia, debemos conocer cómo funcionaba esa sociedad espartana.
La población de la ciudad estaba compuesta por los ciudadanos de Esparta con todos los derechos. Ellos eran los únicos que podría formar parte del ejército de Esparta.
Por otro lado estaban los esclavos: los periecos, sometidos por negociación, y los ilotas, antiguos ciudadanos de tierras o ciudades conquistadas por la fuerza.
Durante los casi 20 años de guerra con Mesenia, la mayoría de los hombres espartanos estaban en combate y se sufrieron muchas bajas. Es entonces cuando el gobierno de Esparta (la Gerusía ) impuso la eunomia o igualdad de todos ante la ley. Con este paso puso en igualdad de condiciones sociales a esclavos y ciudadanos: un paso necesario ya que la proporción de esclavos frente a los ciudadanos hacía posible y peligrosa una revuelta.
El resultado fue un buen número de nacimientos de parteni: hijos de mujeres espartanas con esclavos o con jóvenes guerreros que fueron enviados de vuelta a casa con el fin de procrear y evitar la escasez de futuros hombres.
Pero la guerra terminó con la victoria de Esparta, los guerreros volvieron en masa a su ciudad y se derogó la eunomia. La consecuencia fue que los parteni pasaron de ser ciudadanos iguales a hijos ilegítimos, en un rango sin lugar en la sociedad espartana.
Los parteni no comprendieron esos cambios, y se rebelaron de tal forma que Esparta no sólo aplastó la revuelta sino que les expulsó de sus tierras. Así, en el año 706 a.C. liderados por Falanto dejaron la península para llegar al sur de Italia.
Allí fundaron la colonia de Taras en la costa de la Apulia. Hoy, esa pequeña colonia se llama Tarento, y ha dado nombre al golfo de Tarento. Una ciudad con una historia peculiar que ha sido hermanada, muchos siglos después, con su "ciudad madre" Esparta y cuyo patrimonio histórico nos llama a visitarla.
Fotos | Taranto.eu
En Diario del viajero | Esto es Esparta