El último macrobotellón de las Cruces en Granada hizo que miles de jóvenes viajaran a la ciudad, pero no a hacer una visita guiada a La Alhambra sino a reunirse con otros miles de jóvenes vernáculos y de los alrededores haciendo uso de su derecho a consumir alcohol en un parking botellero.
A todo esto las agencias se frotan las manos porque ven la veta de oro del turismo del botellón en los jóvenes centroeuropeos o del Reino Unido que vienen a España por pocas horas a beber cantidades imposibles de alcohol. Total, es vox populi lo barato que se consigue el alcohol por aquí y que además no se cobran multas. Los vuelos baratos permiten volar ida y vuelta por pocas horas prácticamente al mismo precio que un taxi. Vienen, beben y cuando la multitud se dispersa, se suben al avión y vuelven a casa, sin siquiera pernoctar en la ciudad. O sea, un turismo totalmente negativo porque además si les queda tiempo a lo mejor se dedican a destrozar un poco el mobiliario urbano.
Hay agencias extranjeras que ya promocionan Sevilla y Granada como las mecas del macrobotellón, aunque tampoco se quedan atrás otras ciudades de Andalucía, la costa brava o las Baleares.
Pasamos de la promoción del turismo a la promoción del cubata en litrona.
Más información | ABC Sevilla ¿Lega el turismo del alochol? En Diario del Viajero | Macrobotellón en Granada:¡Las agencias se apuntan!