Compras gastronómicas en el mercadillo de Ajaccio

La gastronomía de Córcega destaca por la calidad y frescura de sus productos, aunque al llegar a Ajaccio a bordo de un crucero, con el tiempo limitado para visitar la ciudad, y además en un día lluvioso, no pudiéramos dar buena cuenta de ella. No obstante, tuvimos la suerte de coincidir con el mercadillo de Ajaccio y hacer unas compras gastronómicas para llevarnos un poquito del sabor autóctono.

Si hay unos "souvenirs" que me atraen especialmente son estos, los alimentos que podemos traernos a casa y recordar o descubrir los sabores que dejamos atrás. En este caso, nos decantamos por embutidos tradicionales, dulces y miel del lugar.

Los canistrelli son unas galletas tradicionales corsas, dulces secos de almendras, nueces, limón y anís (me recuerdan a lo que aquí llamamos "rosegones"), deliciosos. Se venden en bolsas o cajas a precios económicos (unos 3 euros) y constituyen un fabuloso postre o tentempié dulce. Hay variedades con distintos sabores. Si alguien se anima a elaborarlos, aquí os dejo la receta de canistrelli.

Los frutos secos constituyen uno de los productos más empleados en la gastronomía de Córcega, y se ve en la variedad de dulces, como los distintos turrones que pueblan los puestos del mercado.

Sin salir del dulce, en Córcega se producen mermeladas de higos, naranjas, limones, mandarinas y castañas, además de una miel excelente de distintas variedades. En el mercado de Ajaccio, en los comercios e incluso a pie de calle muchos vendedores ambulantes ofrecen la rica miel corsa. Yo me volvía loca para decidir qué variedad traernos a casa, la verdad es que dimos buena cuenta de ella, fuera cual fuera.

Los precios de las mieles dependen de la variedad y el tamaño del bote, nosotros nos trajimos botes de cristal de tamaño medio por unos 5 euros.

La charcutería corsa es famosa por su buena calidad y su sabor intenso, muy particular, probablemente debido a que los cerdos se alimentan en semilibertad de castañas y bellotas. Salchichas, salchichones, lomos... gozan de una fama excelente.

La coppa (lomo de cerdo seco y salado) y el salame (salchichón) son unos de los embutidos más típicos, aunque no sé si será que tuvimos mala suerte o es que es un sabor demasiado fuerte para lo que estamos acostumbrados aquí.

El caso es que me resultaron demasiado salados y con un sabor particular que podría definir como "húmedo", bastante diferente a las variedades que se estilan por España y que me decepcionó, a pesar de que cuando los degusté allí me supieron bien.

Los precios de todos estos productos me resultaron bastante asequibles, especialmente las mieles y los dulces, idóneas además para traer de regalo para los golosos. La charcutería tradicional tampoco se diferenciaba mucho de los precios que encontramos aquí para los productos caseros.

Los vendedores suelen ofrecer pequeñas degustaciones de los productos, de modo que, aunque no nos trajimos de todo, sí probamos otras delicias: algunas variedad de queso, turrones y figatelli, unas salchichas secas a base de hígado y carne de cerdo.

En el mercadillo de la Place Cesare-Campinchi de Ajaccio (al lado del puerto) se pueden comprar todos los días otros productos típicos de la zona, no sólo gastronómicos, a precios razonables. El típico perfil del corso o la figura de Napoleón, tan vinculada a la ciudad, se plasman en otros souvenirs no comestibles.

Por supuesto, nos dejamos muchos sabores por descubrir en Córcega, sus quesos, sus pescados y mariscos, el brocain, los vinos... Pero nos lo hemos anotado en los viajes pendientes, de modo que algún día esperamos poder degustarlos.

Más información | Casa de Francia Digital En Diario del viajero | Diario de a bordo (III): Ajaccio, Place d'Austerlitz: Napoleón domina Ajaccio

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