Cada vez estamos viendo que los hoteles se reinventan, no sólo en el aspecto servicios sino también en el formal. Cualquier edificio es susceptible de convertirse en alojamiento, incluso en alojamiento de lujo. Y las prisiones no iban a ser menos. De hecho tienen muchas de las características que un hotel demanda: son amplias y espaciosas, funcionales y bien estructuradas, poseen espacios diferenciados con funciones propias, y la construcción suele ser de calidad.
En Web Urbanista han recopilado algunas de estas prisiones, repartidas por todo el mundo, que han sido convertidas en hoteles de lujo:
La Charles Street Jail de Boston, cerró sus puertas en los años 90. Hoy es un increíble y sorprendente hotel de lujo que impresiona a todos sus visitantes.
La Prisión de Mount Gambier en Australia es todo lo contrario. Apenas se han renovado las celdas, que casi están en el mismo estado que cuando servían de carcel. Funciona como albergue.
La Prisión de Luzern en Suiza alquila celdas por noches. Por un precio adicional además puedes acceder a la biblioteca del director, convertida en suite de lujo, pero llena de los viejos libros que quedaron tras el cierre.
La Prisión de Liepaja en Letonia era una antigua cárcel del KGB. En ella te tratarán como a un preso, aunque ahora sin torturas, suponemos.
Y por último el Castillo de Oxford en Inglaterra, sede del Hotel Malmaison, que conserva todavía la infraestructura antigua de la prisión, con sus pasarelas, rejas y demás parafernalia, aunque se trata de un hotel de lujo.
¿Hace una temporada en la cárcel?
Vía | 5 Jail Hotels