Son pocos los días que me quedan para disfrutar de Cantabria, y por eso, hoy vuelvo a llevaros hasta uno de los mayores tesoros de mi tierra: sus montañas. Concretamente, a las de los Picos de Europa, que también compartimos con Asturias y León.
Se trata del segundo parque natural más visitado de España, y motivos para ello le sobran. Localizado en el centro de la Cordillera Cantábrica, está compuesto por 64.600 hectáreas de montañas verdes y majestuosas, con una flora y fauna tan ricas como sorprendentes.
De toda esa extensión, apenas un 23% corresponde a Cantabria, pero eso no impide que en ella encontremos opciones de turismo activo para todos los gustos, como rutas de senderismo, paseos en bicicleta, quads o canoa.
Sin embargo, mi debilidad siguen siendo sus pueblos, donde la actividad primordial es disfrutar de su rico patrimonio cultural, que en forma de iglesias, casonas y torres, los convierte en verdaderos museos de nuestra Historia y tradiciones.
De todos ellos, quizá el más conocido sea Potes, famoso por sus quesos, su orujo, y cómo no: también por sus fiestas. Por citar una, la Fiesta del Orujo congrega, cada segundo fin de semana de noviembre, a miles de personas interesadas en probar la bebida alcohólica típica de nuestra tierra, acompañadas por la hospitalidad de sus habitantes.
Y es que, no me canso de decirlo, Cantabria es mucho más que playa y costa. Una gran desconocida para muchos, que espero os estén entrando ganas de visitar.
Imagen | Peter Clark en Flickr En Diario del Viajero | Ruta por Cantabria: Bárcena Mayor y los valles del interior, Ruta por Cantabria: San Vicente de la Barquera