Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial

Vamos hoy a dar un paseo por uno de los grandes patrimonios arquitectónicos y culturales que tiene España. Hablamos del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Se ubica en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama y a tan solo 50 Km de Madrid, por lo que resulta ideal visitarlo en una escapada a la capital española. Es una de las clásicas visitas que se incluyen a los visitantes extranjeros que paran en Madrid y un lugar que a cualquier amante de la historia le encataría conocer.

El impresionante complejo de El Escorial está íntimamente ligado a uno de los capítulos de la Historia de España: la vida de su rey Felipe II. La época del gran imperio donde no se ponía el sol. Un modelo del carácter de ese rey y su corte, tan distantes en las formas y el fondo de lo que sucedía en las cortes vecinas en ese momento, especialmente en la francesa. Hagamos un poco de historia y conozcamos algo más de El Escorial.

Historia de El Escorial

El 10 de agosto de 1557 (festividad de San Lorenzo) tiene lugar la Batalla de San Quintín entre tropas españolas y francesas en el marco de las "Guerras italianas", una serie de conflictos que ocuparon a media Europa entre finales del siglo XV y casi todo el siglo XVI. Esa batalla fue una victoria española tan contundente que los franceses sufrieron mas de 12.000 bajas y casi un millar de nobles franceses enrolados, fueron tomados prisioneros. Las tropas de Felipe II vengaron así el intento de Enrique II de invadir territorios de Felipe en Italia. Felipe II manda a construir un gran monasterio que le sirviera también de residencia y panteón para conmemorar aquella primera victoria en San Quintín.

Las obras se inician en 1563 y no se terminan hasta 1584.

Arquitectura de El Escorial

Desde un principio El Escorial se convierte en un modelo de estilo arquitectónico de su época. Estamos hablando del Renacimiento y la versión local del mismo nos habla de la austeridad que primaba en la corte de Felipe II.

Uno de los arquitectos que llevaron la inmensa obra, Juan de Herrera, dejó su impronta en su estilo sobrio y alejado de florituras, denominado herreriano, caracterizado por la desnudez decorativa y el rigor geométrico. Por lo visto, era amante de las cuestiones mágicas y esotéricas (como el mismo rey) porque el complejo está lleno de símbolos y alegorías.

La fachada principal, orientada al oeste, tiene dos portones laterales que se corresponden con la entrada al colegio Alfonso XII y al convento agustiniano. En el centro de la fachada, entre ocho columnas dóricas, se sitúa la entrada principal del edificio, coronada por un cuerpo de columnas jónicas, entre las que destacan el escudo familiar de Felipe II y una estatua de San Lorenzo.

Recorrido por El Escorial

En su interior destacan el Patio de Reyes, la Basílica, la Biblioteca, el Panteón de Reyes, el Panteón de Infantes, los Palacios, y las Salas capitulares, entre otros espacios. De obligada visita son la Pinacoteca y el Museo de Arquitectura.

Al Patio de los Reyes se accede nada más cruzar la puerta principal y tiene unas dimensiones de 64 metros de longitud por 38 de anchura. La Basílica tiene la planta de cruz griega y su cúpula central está coronada por un cimborrio de 92 metros de altura, que la hace destacar entre las demás torres del edificio. El Altar Mayor está decorado con pinturas de Zúcaro y Tibaldi. A ambos lados del Altar Mayor están representados Carlos V y Felipe II con sus respectivas familias.

Las Salas Capitulares, servían para que los monjes celebrasen sus capítulos. Sus techos fueron decorados estilo pompeyano y aunque gran parte de su riqueza pictórica pasó a los Nuevos Museos, aún guarda obras de El Greco, Rivera, Tintoreto, Tiziano y El Bosco.

El Panteón de Reyes está ubicado justo debajo del Altar Mayor, en él están enterrados prácticamente todos los reyes de España a partir de Carlos I, excepto Felipe V, Fernando VI y Amadeo de Saboya.

El Panteón de Infantes se realizó a mediados del siglo XIX, en el reinado de Isabel II, y finalizaron las obras en 1886. Construido en mármol blanco de Carrara, está compuesto por nueve salas. En la primera está la escultura en bronce de Isabel II, en actitud orante. La tumba que más destaca de este panteón es la de don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V. En otra de las salas hay una gran tumba colectiva en forma de tarta donde, están enterrados algunos de los niños de las familias reales que murieron antes de la Primera Comunión.

Biblioteca

La Biblioteca posee uno de los fondos bibliográficos más valiosos del mundo por su calidad, siendo especialmente valiosas sus colecciones de manuscritos árabes, hebreos y latinos. La sala abierta al público es una galería abovedada de 54 metros de longitud por 9 de ancho decorada con pinturas de Tibaldi y Carducci, del siglo XVI.

Sala de las Batallas

Los Palacios. Las estancias palaciegas del siglo XVI fueron ocupadas por Felipe II. La primera de ellas se conoce como la Sala de las Batallas, decorada con pinturas que representan escenas de batallas, entre ellas las de la Higueruela y la de San Quintín. En otra de las habitaciones se puede ver la silla litera que transportaba a Felipe II al final de su vida, cuando, por culpa de la gota apenas podía andar. La Sala de los retratos, la de Cartografía y la del Trono nos llevan hasta el dormitorio donde murió el Rey, caracterizado por su sencillez.

El Palacio de los Borbones está decorado a finales del siglo XVIII, con Carlos III y su hijo Carlos IV. Destaca la influencia del gusto francés en la decoración. Lo más importante de estas habitaciones es la colección de tapices cuyo diseño está realizado por artistas como Goya, Bayeu y Tenniers, entre otros.

Los Nuevos Museos están divididos en dos temas: pintura y arquitectura. En la Pinacoteca podemos encontrar obras de Tiziano, José de Rivera, Lucas Jordán, Bassano y El Greco, entre otros. El Museo de Arquitectura alberga una importante colección de herramientas, maquetas, planos y mecanismos usados durante la construcción del Monasterio.

En el exterior destacan el Jardín de los Frailes y la Galería de convalecientes. Felipe II era un gran amante de la naturaleza por lo que el Jardín de los Frailes es un amplio espacio ajardinado, en el que se diseñó una docena de parterres en torno a igual número de pequeños estanques de cuyo centro surge una fuente. La Galería se ubica en el extremo de los jardddines, entre la Enfermería y la Torre de la Botica.

La Casita del Príncipe

La Casita del Infante es conocida también como la Casita de Arriba, debe su nombre a don Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III. Se llevó a cabo entre 1771 y 1773 y por el mismo arquitecto que la Casita de Abajo, Juan de Villanueva. Es una pequeña "villa", con jardines de estilo italiano, dispuestos en terrazas descendentes. Desde ellos se disfruta de una de las más bellas vistas del Monasterio.

La Casita del Príncipe o de Abajo fue edificada en 1772 por el arquitecto más importante del neclasicismo español, Juan de Villanueva, para el Príncipe de Asturias, luego Carlos IV. La composión arquitectónica de este edificio recuerda a la de su obra más célebre, el Museo del Prado en Madrid.

Entre las obras maestras del arte que podemos apreciar en El Escorial están los tapices sobre cartones de Goya que mencionamos y varias pinturas de El Bosco, una gran colección de maestros venecianos del siglo XVI, varios cuadros de El Greco, entre ellos El martirio de San Mauricio, así como La Túnica de José, de Velázquez.

Aquí dejamos el enlace para conocer horarios y tarifas<a de las visitas a El Escorial. Y también puedes hacer una visita virtual.

Fotos | Real Sitio de San Lorenzo del Escorial En Diario del Viajero | Palacios

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