En una famosa escena de la familia Griswold en la película Las vacaciones de una chiflada familia americana, vemos que, después de acceder a una glorieta europea, ya no pueden abandonarla. Orbitan y orbitan sin parar, atrapados en un purgatorio circulatorio, hasta que cae la noche.
El problema de los estadounidenses es que no están acostumbrados a las rotondas. Sin embargo, incluso los europeos, mucho más bregados en estas lides, deberíamos huir espantados de la siguiente rotonda.
La más grande
La rotonda de la carretera Persiaran Sultan Salahuddin Abdul Aziz Shah, Kuala Lumpur, Malasia, mide 3,4 kilómetros de circunferencia y tiene 15 entradas y salidas. Además de una área de 4,5 kilómetros cuadrados.
El retiro real de Istana Melawiti, la Putra Perdana (oficina del primer ministro) y el hotel de cinco estrellas Putrajaya Shangri-La están dentro de la rotonda.
Kuala Lumpur es la mayor ciudad de Malasia, la capital de la federación y la capital nacional legislativa.