Ahora vamos a centrarnos en rituales de comida, dando especial relevancia a los más actuales.
Kit Kat
En Japón, por una casualidad fonética, las chocolatinas Kit Kat se han convertido en talismanes. Y es que la palabra “Kit Kat” se parece mucho a la palabra “Kitto-Katsu”, expresión que se traduce aproximadamente como “ganar sin falta”. Eso ha provocado, por ejemplo, que los estudiantes se tomen un Kit Kat antes de enfrentarse a un examen, con la esperanza de obtener mejores puntuaciones.
Galletas Oreo
Pero en Estados Unidos ha cuajado tanto la costumbre de mojar la galleta entera en un vaso de leche fría que la empresa fabricante estableció una alianza con Got milk? (¿Tiene leche?). Mike Faherty, director principal de negocios, lo tiene claro: “Las Oreo no son simplemente galletas, son un ritual. Mojas las galletas Oreo en leche es parte del tejido social estadounidense.”
Bacardi con Coca-Cola
El cubalibre parece un producto en sí mismo: Bacadi con Coca-Cola más una rodaja de limón. Esta combinación nació en 1898 durante la guerra entre España y Estados Unidos, cuando los soldados estadounidenses estaban apostados en Cuba. La unión entre estos productos es tan fuerte que para la compañía supone un problema, tal y como explica Martin Lindstrom en su libro Buyolgy:
La isla era en esa época el hogar del ron Bacardi y, cuando los militares estadounidenses llegaron con la Coca-Cola, se creó la unión perdurable de los dos sabores. Sin embargo, en la actualidad la marca Bacardi está atrapada. Prefería que sus clientes se sintieran libres de mezclar el ron con otras bebidas, pero el ritual del ron con Coca-Cola ha demostrado ser muy difícil de romper.
Sidra Magners
En Reino Unido, la sidra Magners es todo un fenómeno social. Su auge se produjo de repente, sin que la marca tuviera que lanzar ninguna campaña especial. Al parecer, la epidemia se propagó desde el condado de Tippary, en Irlanda.
Allí no se disponía de frigoríficos para enfriar la sidra, de modo que los clientes debían pedirla siempre acompañada de hielo. Al enfriar la sidra de este modo, se corta un poco el dulce y se mejora el sabor.
Desde entonces, los camareros adoptaron esta costumbre de servir la bebida con mucho hielo, y el ritual caló en las mentes de los consumidores. De hecho, muchos se refieren a Magners directamente como Magners con hielo. Algo parecido a lo que ya ocurre con Coca-Cola, que se sirve con hielo y una rodaja de limón, pero de forma más localizada.
Coronita
Pero la realidad es mucho más banal, tal y como explica Lindstrom:
Se dice que el ritual de la Coronita con limón se remonta a 1981 cuando, como resultado de una apuesta con un amigo, un camarero de un restaurante anónimo introdujo una rodaja de limón en el cuello de una Coronita para ver si lograba que otros clientes hicieran lo mismo.
Dejamos de momento las tradiciones con las comidas, y en la próxima entrega de esta serie de artículos sobre manías, supersticiones y modas, nos centraremos en otros aspectos de la poliédrica cultura humana.