Yangon, o en castellano, Rangún, es la que hasta 2005 fue la capital del país antes de que esta se trasladara a la actual Naipyidó. Sin embargo, tanto por su tamaño, como por su número de habitantes como por su relevancia comercial y económica, Rangún sigue siendo el centro neurálgico del país y la ciudad más importante.
Lo que hace más interesante a una urbe de casi 5 millones de habitantes es su impresionante mezcla de rasgos británicos coloniales, indios, birmanos y chinos que afecta a todos los niveles: desde la espectacular arquitectura religiosa hasta la perfección rectilínea de su entramado urbano pasando por sus mercados coloridos o sus concurridas calles pluriétnicas.
Por todo ello y por ser el principal punto de acceso al país Yangon no debe escapar de ningún itinerario al país. Se trata de una muy buena manera de comprender la compleja realidad política, social y cultural de un país que día a día cambia y se convierte en diferente. Pasear por sus concurridas calles es sinónimo de comprender mejor la especificidad de un país como Myanmar y por ello, todo aquel viajero que desee conocer la verdadera idiosincrasia del país no debería suprimir una visita a Yangon bajo ningún concepto.
Llegar a Rangún es muy fácil con la compañía low-cost Air Asia desde Bangkok o Kuala Lumpur, en Tailandia y Malasia respectivamente. No obstante, cada vez son más frecuentes los vuelos con grandes compañías que inician sus vuelos a Rangún desde sus hubs. Una vez en el país, salir o llegar a Rangún es una tarea totalmente fácil: desde y hasta la ciudad hay autobuses a todas partes de Myanmar.
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