Y es que Silicon Valley (un false friend que no se traduce como valle de silicona, sino como valle de silicio) acoge en poco espacio gran parte de las mayores compañías de tecnología del mundo, así como millares de pequeñas empresas en formación (las llamadas start-ups). Pero ¿realmente vale la pena visitar un lugar así en calidad de turistas o viajeros? Si te gusta The Big Bang Theory y similares (hay hasta una serie llamada Silicon Valley), sin duda. Si no te gustan, quizá también.
Fauna geek
En cualquier cafetería te toparás con gente (un gran porcentaje de asiáticos) que teclean en su portátil mientras se deleitan con un applestrudel o un milkshake con cookies Oreo. Y, además, gente de todas partes del mundo: Silicon Valley es una de los mejores ejemplos de diversidad cultural y lingüística. Una manera de conocer a gente de mil sitios sin moverse del sitio.
Aquí cada vez vienen más personas para cumplir su sueño, para vivir en el futuro, para conectar con otras personas como ellos, así que Silicon Valley está ampliando sus tentáculos hasta abarcar incluso la propia San Francisco, que cada vez resulta más cara para vivir. Con todo, hay tres formas básicas para ir desde San Francisco hasta Silicon Valley.
Puntos neurálgicos
La tercera opción es tomar el Caltrain, un tren regional plateado y de dos pisos que conecta con los puntos más importantes de Silicon Valley: Redwood (sede de Evernote y Electronic Arts), Menlo Park (sede de Facebook), Palo Alto (sede de la Universidad de Stanford y núcleo de Silicon Valley), Mountain View (Google y LinkedIn), Cupertino (Apple), Los Gatos (Netflix) y San José (eBay).
Algunos de los puntos neurálgicos que no nos podemos perder son, por ejemplo, el garaje de Hewlett-Packard en 367 Addison Avenue (Palo Alto) lugar emblemático que fue una de las primeras empresas en desarrollar semiconductores. La Computer History Museum, en 1401 N Shoreline Blvd. (Mountain View). El garaje de la familia de Steve Jobs, en el que, a mediados de la década de 1970, Steve Wozniak y Jobs crearon su primer ordenador, en el 2066 Crist Drive de Los Altos, entre Cupertino y Mountain View.
Sin duda, un recorrido tan espectacular y lleno de significado como el paseo por un museo. Aquí, sin embargo, no se exhiben obras antiguas llenas de polvo valetudinario, sino toda clase de obras del presente y del futuro que nos espera.
Fotos | Coolcaesar | Michael
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