Edificios Positivos es una iniciativa que ha impulsado la cooperativa sin ánimo de lucro Territori Socialment Responsable (TSR). Por el momento es un proyecto piloto en Cataluña pero más adelante aspira a estar disponible en otras ciudades.
La filosofía de Edificios Positivos se basa en concebir un edificio como una pequeña empresa donde todos se conocen más, colaboran y comparten servicios, desde lavadores a coches compartidos.
Idea de comunidad
Más que edificios, entonces, estaríamos hablando de pequeñas ciudades donde se potencia las relaciones sociales entre sus inquilinos. Una iniciativa que nace como respuesta a la tendencia a construir viviendas cada vez más pequeñas (debido a la concentración de personas en las grandes ciudades) y la tecnología (que permite conectarse entre sí y compartir los bienes y servicios del edificio o de los propios inquilinos de forma más eficiente).
Así pues, conceptualmente, Edificios Positivos se parece a lo que imaginó el arquitecto Ricardo Bofill cuando construyó el edificio Walden 7 en Sant Just Desvern (Barcelona).
Walden 7
El Walden está formado por dieciocho torres que se desplazan de su base formando una curva y contactando con las torres contiguas. El resultado es un laberinto vertical siete patios interiores comunicados vertical y horizontalmente.
Estos patios están comunicados a todos los niveles mediante circulaciones horizontales y verticales. Los callejones y pasadizos tienen nombres de grandes personalidades del siglo XX como Chaplin, Marx o Kafka o Albert Einstein.
Originalmente se le denominó Ciudad del Espacio y se pensó en construirse inicialmente en Madrid. Se inspiró en la obra utópica de ciencia ficción del autor Burrhus Frederic Skinner, Walden dos.
Consistía en la construcción de una gran cantidad de viviendas autogestionadas para simular una pequeña ciudad en vertical, con casas y pisos, calles, tiendas y comercios. La mitad de la superficie en planta se destinaría a usos comunitarios, circulaciones y jardines. De esta forma aún con una densidad relativamente alta, se podía contrarrestar por el espacio en vertical.
Según explica Miró i Rufà Josep Maria en "Walden 7", de Cuadernos de Arquitectura:
Walden 7 representa algo a partir de lo cual se empiezan a fundir toda una serie de ambiciones: la ciudad en el espacio, la arquitectura de consumo, la vida aparentemente desconvencionalizada de la "gauche divine", el espacio superponible y vendible, el hormiguero organizado y un etc., interminable de un sinfín de principios elitistas muy en boga en nuestros días.
El escritor José Agustín Goytisolo, antiguo vecino del Walden, publicaría un libro de poemas donde hace referencia al Walden. El aparcamiento del edificio está decorado con palabras de Goytisolo como esta breve poesía:
Igual que en cueva o castillo mágico todo iba a cambiar en aquel sitio, todo iba a cambiar porque en el sueño las cosas imposibles ocurren fácilmente.