Visitando las cascadas o cataratas más bellas del mundo (I): El Salto del Ángel

No sé qué tengo con las cataratas, pero me atraen enormemente y al igual que en mis viajes siempre intento incluir alguna inmersión como aficionado al buceo deportivo, si existen saltos de agua en el país de destino, hago lo posible por acercarme a verlas. Hoy inicio una pequeña serie con el título de Visitando las cascadas o cataratas más bellas del mundo para enseñaros mi experiencia personal con El Salto del Ángel, en Venezuela que además de un lugar muy bello es la caída de más altura del mundo.

Para ver esta preciosidad de cascada que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, --y se llama así en honor al aviador Jimmy Angel--, se puede acceder por abajo hasta la base tras una caminata por la selva en el territorio de Canaima en Venezuela, o bien sobrevolarla en avioneta. En el viaje que yo hice partíamos desde Isla Margarita y los pilotos nos enseñaron esta maravilla dando tres o cuatro pasadas para que la pudiéramos ver el salto desde todos los ángulos. La experiencia fue increíble.

La catarata más alta de todo el mundo tiene una altura de 979 metros y cae desde un Tepuy o montaña de laterales planos --como una meseta-- llamado Auyantepuy desde dónde cae el agua. Los tepuyes reciben este nombre que proviene del idioma pemón y su significado es Morada de los Dioses.

Curiosamente, en lo alto del Auyantepuy se forma un río como consecuencia de la condensación y las aguas de lluvia y este río llamado Churún es el que cae formando la espectacular cascada que descubrió el aviador cuyo apellido le dio nombre.

Si queréis hacer un viaje similar al que os cuento, lo podéis contratar desde Ciudad Bolívar, desde Caracas y prácticamente desde cualquier ciudad de Venezuela, normalmente con destino al Parque nacional de Canaima. Lo más barato es contratarlo desde el propio Parque Nacional de Canaima, aunque como os digo, podréis hacer esta excursión desde cualquier punto del país.

Por desgracia no hay pasarelas para ver el salto desde la parte superior de la cascada. También podréis encontrar la posibilidad de contratar una excursión en 4x4 seguida de un duro tramo de senderismo por la selva, para llegar a la base de la cascada. De todas formas, en mi opinión, la experiencia más impresionante es la aérea.

El Salto Ángel, Salto de Ángel o Salto del Angel en Venezuela sobrecoge cuando se ve desde la avioneta, ya que el trayecto que recorren los pilotos viene a hacer una especie de caída en picado partiendo de lo alto del tepuy dando un par de pasadas para que los asombrados viajeros puedan disfrutar de las espectaculares vistas.

Cuando hice este viaje, tuve muchísima suerte. Por un lado, el río Churún tenía bastante caudal, originando un salto bastante digno, cosa que no siempre ocurre ya que a veces el Salto de Ángel es apenas un hilito, casi un arrollo, que se ve con dificultad.

Por otro lado, el día de nuestro viaje era claro y el cielo estaba despejado, quizás porque también habíamos madrugado para sobrevolar el tepuy casi una hora después del amanecer, antes de que el calor formase nubes.

Si os fijáis en la mayoría de las fotografías del Salto de Ángel, --incluidas las mías--, suele haber una nube en mitad de la cascada y según me contaron los pilotos, en multitud de ocasiones la bruma que hay en la cumbre o a media altura impiden ver la totalidad de la catarata. Sin embargo en esta ocasión el tiempo era bastante bueno.

Como curiosidad os diré que al ver la gran visibilidad que había en la primera pasada, el piloto cedió los controles al copiloto para poder hacer fotografías de la cascada. Dejando de lado el momento de nerviosismo que me entró cuando oí decir "llévala tú que tengo que tomar fotos de esto", y ver cómo sacaba su cámara compacta y se asomaba por la ventanilla, yo aproveché para hacer lo mismo.

Lo que ocurrió a continuación lo podéis ver fijándoos en las imágenes. En algunas de las fotografías hechas desde la avioneta se ven las ruedas o las alas, pero creo que os podéis hacer una idea clara de lo que presenciamos.

Varias pasadas desde uno y otro ángulo, por el ala derecha y por el ala izquierda y una caída en picado de la que aún guardo un recuerdo similar al de la caída en la montaña rusa, completaron mi visita a una de las cascadas más bellas del mundo, el Salto del Ángel en el Parque Natural de Canaima, en Venezuela que espero hayais disfrutado conmigo.

Fotos | Pakus en Flickr En Diario del Viajero | El Salto de Ángel se queda sin agua y desaparece el relámpago de Catatumbo En Diario del Viajero | Cataratas

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