Sin embargo, las compañías no cejan en su empeño de buscar nuevas alternativas para volar, ya sea por concienciación medioambiental, por darle un aire más solemne o cool a la experiencia o sencillamente por pragmatismo.
Volando el Zeppelín
A pesar de que el dirigible parecía estar fuera de onda, lo cierto es que volar en uno de ellos es tan agradable, lánguido y silencioso que podrían volverse a implantar como medio de transporte. De hecho, el vuelo en dirigible sería una experiencia similar a la del crucero: disfrutar tanto del viaje como se disfruta del destino.
Y es que un dirigible puede permanecer en el aire a unos 6100 metros de altitud durante varios días (los ingenieros aspiran a un máximo de 21), como si los viajeros estuvieran flotando entre las nubes algodonosas.De momento, uno de los dirigibles actuales, en LEMV, un híbrido de 91 metros de longitud, Estados Unidos lo quiere usar exclusivamente en misiones de vigilancia en Afganistán. Pero hay proyectos de vuelos comerciales, como el Manned Cloud. Es el último proyecto del visionario francés Jean-Marie Massaud, que ya está en manos de los ingenieros de ONERA (la oficina nacional de estudios e investigación aeroespacial).
Volando sin contaminar tanto
Uno de los mayores problemas de los vuelos comerciales es su elevada contaminación. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima que el tráfico aéreo es el responsable del 2,4% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Por ello, se están implantando nuevos combustibles más respetuosos con el medio ambiente. Yo mismo tuve la oportunidad de probar el primer vuelo comercial de España impulsado con biocombustibles, gentileza de Iberia.
En noviembre de 2012, un Boeing 737 realizó también el primer vuelo comercial de EEUU impulsado con una mezcla de turbosina (un derivado del petróleo) y Solajet (a partir de los azúcares de la biomasa microbiana de algas genéticamente modificadas).
El primer vuelo 100 % ecológico del mundo lo realizará a finales de octubre de 2013 el avión NRC Falcon 20, diseñado por el Consejo de Investigación Nacional de Canadá. Los dos motores de Falcon 20 se alimentarán de combustible elaborado a partir de plantas oleaginosasVolando gracias al sol
Suiza llevó a cabo en 2011 el primer vuelo internacional de un avión impulsado por energía solar. El trayecto hasta Bélgica duró unas 12 horas. Solar Impulse HB-SIA, que así se llama, posee la envergadura de un avión grande aunque su peso no supera el de una berlina. En julio del año pasado se convirtió en el primer avión tripulado capaz de volar durante 26 horas, 10 minutos y 19 segundos impulsado únicamente por energía solar.La aeronave HB-SIA cuenta con 12.000 células solares a lo largo de los 64 metros que forman sus alas y permiten cargar las baterías que proporcionan la energía necesaria a los cuatro motores eléctricos de 10 caballos de potencia.
Vía | Avión solar Suizo realiza su primer vuelo internacional | Aviones ecológicos futuristas En Diario del Viajero | El avión solar sigue con sus pruebas y pronto será una realidad Fotos | Wikipedia