Si hace unas semanas os hablaba de Peratallada, el bello pueblo medieval en la comarca del Bajo Ampurdán, hoy quiero hablaros de otro magnífico municipio. Se trata de Santa Pau, un pueblo medieval situado en el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa en Girona que merece que lo conozcáis por muchas razones. Su historia, sus monumentos, su gastronomía y su situación geográfica le confieren una belleza y atractivo que hacen muy recomendable su visita en cualquier época del año.
Tres son los motivos principales que justifican acercarse a Santa Pau. Por un lado su urbanismo y construcciones de la época medieval, un paisaje urbano bellísimo lleno de encanto. Por otro lado, su situación en el Parque natural de la zona volcánica de la Garrotxa que permite al visitante hacer excursiones increíbles para ver de cerca los cráteres de los volcanes que rodean este municipio, y tercero su gastronomía, ya que los fesols de Santa Pau, -una variedad de pequeñas alubias- son una delicatessen que merece la pena probar.
Santa Pau, situación, cómo llegar y otros datos de interés
Santa Pau es un municipio situado en la comarca de La Garrocha, (Garrotxa) en Girona, Cataluña. El municipio está en el centro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha, entre de Olot y Mieras. En su territorio hay bellos monumentos y construcciones de la época medieval, unas vistas magníficas desde las puertas de las murallas de la ciudad y un precioso hayedo por el que vale la pena caminar.
Esta población se caracteriza por un relieve muy marcado, ya que en sus alrededores están los volcanes de Roca negra, Santa Margarita y Croscat. También lo rodean las sierras de Finestres, de Sant Juliá del Mont y del Corb, lo que hacen que además de la belleza natural del pueblo -que ahora veréis- también sean bellísimos los paisajes circundantes, haciendo más que apetecibles rutas de senderismo, excursiones y otros planes al aire libre.
Para llegar, el coche es el mejor medio de transporte, pero también podéis llegar en autobús desde Olot. Desde Olot, Santa Pau está a 9,7 km yendo por la carretera GI-524. Desde Girona, se llega dirigiéndose por la C-66 hasta Banyoles, y allí la GI-524 hasta Santa Pau.
¿Qué se puede ver en Santa Pau?
Además de los monumentos más destacables, -de los que os hablo enseguida- un paseo por las calles de Santa Pau nos permite hacernos a la idea de su belleza, de sus construcciones, de las murallas y puertas de la ciudad y de su plaza porticada, recuerdo de la concesión real de poder tener mercado que tuviera la Baronía de Santa Pau desde época medieval.
Dentro de la zona amurallada, destaca el Castillo, que fue la residencia oficial de los Barones desde 1278 en que se creó la Baronía. A su alrededor se fue construyendo la villa medieval amurallando y fortificando sus exteriores para la defensa de los habitantes de Santa Pau.
Su construcción fue un largo proceso, desde siglo XIII al XVIII. Tiene planta cuadrada y una gran Torre de Homenaje, en la que se ubica una capilla dedicada a San Honorato y San Antonio Abad.
La Iglesia de Santa María
Esta Iglesia Parroquial está situada en plena plaza Mayor y destaca por su gran campanario. Se trata de una construcción gótica muy austera en su decoración interior y exterior. Su base fue construida en el siglo XV tras los terremotos que sufrió en 1427 el anterior templo parroquial de Santa María dels Arcs que estaba situado en las afueras.
La plaza mayor
Esta plaza era el centro neurálgico de la ciudad desde la Edad Media ya que en ella se celebraba el Mercado. Toda la plaza está porticada, para que aunque lloviera, pudieran seguir celebrándose el mercado por lo que los arcos rodean toda la plaza. Hay arcos románicos y algunos góticos lo que indica la distinta época de su construcción a lo largo de los tiempos.
Comer en Santa Pau. Los fesols
Aprovechando la visita, os recomiendo comer en Santa Pau, o al menos, probar y comprar los fesols, una variedad de la judía o alubia cuyo nombre científico es phaseolus vulgaris. La variedad genuina es la de vaina gris, la más exquisita que es la que dado fama a las cultivadas en Santa Pau. Se recogen en septiembre y se conservan en seco para todo el año. Son muy finas y suaves y merece la pena que las compréis para poder comerlas al regresar a vuestras zonas de origen.
Las puertas, las murallas y las sierras circundantes
Para terminar este recorrido por Santa Pau, es muy interesante salir por las puertas de la muralla, que nos dan acceso a las sierras circundantes. La de San Julià del Mont está al norte de Santa Pau y es impresionante por su gran desnivel de 900 m y tiene variedades arbóreas como el boj o el brezo. En ella están los restos del Monasterio de Sant Juliá.
La Sierra de Finestres, situada al sur y sigue hacia el oeste donde se encuentra con la sierra del Corb. Es la zona de los hayedos, siendo el de Jordá de una belleza excepcional.
Para acceder a esta parte hay que salir de la ciudad cruzando la muralla a través de la puerta de la ciudad antigua o Portal de la Villa Vella, en la que en su día había rastrillo o reja y desde hay unas vistas impresionantes de ambas sierras, llegándose incluso a divisar el Cabo de Rosas.
Los volcanes de Santa Pau
Como decíamos al principio, merece la pena aprovechar y recorrer también el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrocha, en el que está enclavada Santa Pau. Allí podréis conocer los volcanes de Santa Margarita cuya foto tenéis más abajo y el Croscat y la Fageda d'en Jordà.
Espero que este recorrido por Santa Pau os haya despertado el deseo de conocer esta bella población medieval en la que es muy agradable dar un paseo, comer y pasar unos días recorriendo todo lo que tiene que ofrecer.
En Diario del Viajero | Por qué no te puedes perder Peratallada, el pueblo medieval del Bajo Ampurdán
Imágenes | Pakus y Carquinyol