No podemos negar la tendencia vacacional de hacer turismo de cercanía, disfrutando del país y de una manera mucho más cercana a la slow life esa de la que hablan. Estamos ante un regreso a los veranos en el pueblo, y por eso, con ayuda de Airbnb hemos querido recopilar diez lugares de lo más auténticos.
De la mano de Airbnb y una iniciativa que os vamos a contar al final del artículo os traemos diez pueblos de lo más auténticos, de esos que nos traen recuerdos de infancia maravillosa con familia, amigos y horas interminables disfrutando del asueto, las bicicletas y los baños. Días largos en los que se salía por la mañana con los amigos y se volvía a última hora sin preocupaciones, muchas manchas y más de un rascazo en las rodillas.
Podríais pasar unos días en Borrassà, la capital del alioli. En este municipio del Alt Empordà, ubicado junto a la Costa Brava, se celebra la Feria y Fiesta del alioli de Creixell, una celebración de las mejores versiones artesanales de esta salsa. Allí se premia la calidad, la cantidad, la originalidad… ¡y el surrealismo!, con un premio especial (“Dallioli”) que homenajea al pintor catalán.
De un salto podéis ir a Villamartín, un pequeño pueblo de la Sierra de Cádiz que se ha coronado como el pueblo más hospitalario de España. Tiene un índice de hospitalidad del 91% y es uno de los pueblos blancos de Andalucía, una de las rutas más pintorescas de la región.
En estas épocas de pandemias, la curiosidad os puede hacer ir a Montseny. Junto al parque natural del mismo nombre, y muy cerca de Barcelona, este pequeño pueblo conmemora cada año un evento llamado “Vot de Poble a Sant Marçal” (voto del pueblo a San Marcelo), que tiene su origen en una peregrinación para agradecer la intervención del santo contra la peste negra.
En Toledo se producen 3.000 toneladas de mazapán al año y una buena parte de ellas provienen de Sonseca. Pero no solo los amantes del dulce tienen motivos para acercarse a esta localidad: los que quieran huir de aglomeraciones pueden visitar la pedanía de Casalgordo, con sólo 16 habitantes pero con importantes restos visigodos
Volviendo a Andalucía, otra recomendación es Villanueva de Algaidas, en la provincia de Málaga. Este pueblo destaca por la gran conciencia social de sus vecinos, que no solo se han hecho famosos por desplegar más de 400 banderas LGTBQ+ en sus balcones, sino que su Ayuntamiento trabaja activamente en proyectos para garantizar el acompañamiento de personas mayores que viven solas y para evitar la despoblación.
Una de las frutas del verano es el melón, y si eres un loco de ellos tienes que ir a Vilafranca de Bonany.Este pueblo ubicado en el interior de Mallorca es conocido por su deliciosa producción de melones, fruto al que dedican todo un día de fiesta deliciosa en la que se otorgan premios a los mejores ejemplares y se celebra una competición deportiva con melones como protagonistas, las llamadas “MiniMELOmpíades”.
Pensando en disfrutar de interior del país podéis ir a Pelayos de la Presa, uno de los destinos preferidos por los madrileños para darse un chapuzón debido a su cercanía al pantano de San Juan y a su entorno natural. También cuenta con historia: su Monasterio de Santa María de Valdeiglesias data de finales del SXII. Es uno de los destinos clásicos de las segundas residencias de los madrileños.
Disfrutar de la calma de las Islas Canarias es otra de las propuestas. En Antigua, una localidad de la isla de Fuerteventura,tendrás la sensación de estar en un pueblo de la meseta manchega por el protagonismo de sus molinos de viento. Una de las últimas zonas de la isla en ser poblada, Antigua cuenta con un museo dedicado al queso majorero y un entorno natural privilegiado.
Aunque debido a la floración del almendro Alcalalí está en todo su esplendor en los primeros meses del año, este pueblo alicantino bien vale una visita en verano, porque se puede descubrir su torre medieval o adentrarse en una ruta del vino de Alicante.
En Cáceres hay mucho más que alcornoques. Si vais de visita a Valencia de Alcántara sí que encontrareis maravillosos bosques de esos árboles, pero también un conjunto de 41 dólmenes prehistóricos. La localidad formó parte de Portugal durante 24 años, así que todos los años se recrea la Boda Regia de la Infanta Isabel y Don Manuel el Rey de Portugal.
El concurso de Airbnb: un verano como los de EGB
Pero es que para rematar, Airbnb viene con la sorpresa de ayudar a los españoles a rememorar los veranos de EGB en el pueblo, en los que los niños montaban en bici durante todo el día, pasaban horas en remojo hasta tener los dedos completamente arrugados y toda la familia reunida disfrutaba de unos días de desconexión, con un concurso único.
Como parte de esta iniciativa, una familia en España podrá viajar en el tiempo y ganar una estancia en familia de una semana en un pueblo como los de antes, en una preciosa villa en Borrassà (Girona), equipada con el entretenimiento analógico más puntero (piscina privada, columpios, juegos de mesa y mini-futbolín), pero en la que no tendrán cabida los deberes de verano.
Para participar, las familias aspirantes deberán visitar la página airbnb.es/pueblo y compartir cuáles fueron sus vacaciones de la infancia más memorables. Los ganadores serán escogidos por un jurado formado por dos representantes de Airbnb y los autores de Yo fui a EGB, Javier Ikaz y Jorge Díaz, quienes valorarán la originalidad de las respuestas enviadas.
Más info | Airbnb