Seguro que habéis oído muchas veces lo del alto índice de salinidad del Mar Muerto, y quizás, si no lo habéis probado, os preguntéis cómo es la experiencia real de la inmersión en dichas aguas. Por eso hoy os voy a contar qué se siente al flotar en el Mar Muerto y después darse un baño de lodo, una inolvidable experiencia que podéis vivir en un viaje a Israel.
El Mar Muerto está situado entre Israel, Palestina y Jordania, y es tradicional en toda visita a la zona, realizar una excursión para darse un baño y flotar en sus aguas. Este "mar" en realidad es un lago con un contenido tan alto de sal que resulta prácticamente imposible hundirse.
Además tiene como particularidad que está situado a unos 415 m bajo el nivel del mar, siendo en consecuencia el punto más bajo del planeta respecto al nivel del mar. ¿Pero cómo es la experiencia de un baño en el Mar Muerto?
Flotar en el Mar Muerto
La experiencia de flotar en el Mar Muerto es divertida, pero no está exenta de riesgos por lo que hay que tomar ciertas precauciones. Debido a la salinidad que provoca el efecto de flotación, las aguas son muy ácidas, y hay que tener mucho cuidado para que no nos entren en los ojos o en la boca.
Tanto es así que se recomienda tener en la orilla una botella de agua para poder enjuagarse rápidamente en caso de salpicaduras, ya que escuece muchísimo. (Os lo digo por experiencia propia) Aunque como podéis ver en la foto se me ve muy sonriente en las aguas del Mar Muerto, instantes después estaba corriendo a enjuagarme.
El motivo es que al flotar en posturas tan curiosas como estando sentado o en posición de Buda, lo complicado es mantener el equilibrio y de repente, puedes "volcar" o girarte sobre tí mismo y verte -flotando igualmente- pero bocaabajo o con la boca o la nariz bajo el agua. Por ese motivo, casi todo el mundo está siempre sentado o tumbado bocaarriba para evitar ese escozor.
Por lo demás, la sensación de flotar sin esfuerzo es muy agradable y siempre se forman grupos que pasan un buen rato refrescándose en las aguas, o en otras actividades que se pueden hacer aprovechando la salinidad como leer el periódico o fumar un cigarrillo mientras se está en el agua.
Los baños de lodo en el Mar Muerto
Otra de las tradiciones cuando se visita este territorio es untarse la piel con los lodos asfálticos de las orillas, cuyos efectos astringentes parecen ser buenos para la piel. Indudablemente, la experiencia es divertida y antes o después hasta los más reacios acaban untándose los lodos.
Tras extenderlo por la piel, se espera a que se seque el barro y posteriormente se elimina con una nueva inmersión en el Mar Muerto. En mi opinión es más gracioso o divertido que eficaz, pero en todo caso, es parte de la tradición que cumplimos escrupulosamente.
Terminado el baño, en la zona de Ein Bokek hay duchas de agua dulce para eliminar lodos y sales así como un centro recreativo con piscina de agua dulce y con una especie de bar donde poder refrescarnos, comprar una bebida o un helado o comer algo, por lo que es agradable la visita para salir de la zona limpios.
Allí compré como souvenir unas sales del Mar Muerto (para añadir a la bañera y revivir de algún modo la experiencia) Una advertencia importante. Si hacéis como yo esa compra, pedid un ticket pues al volver a España, ya que la exhaustiva seguridad de los aeropuertos en TelAviv me tuvo retenido un rato porque pensaban que dichas sales (de calcio, potasio y magnesio) les resultaron sospechosas y tras explicarles lo que eran y justificarlo con el ticket, me dejaron continuar sin mayor problema.
En conclusión, la visita y el baño en el Mar Muerto es una experiencia que suele gustar a todos porque, más allá de la satisfacción de haber estado en el punto más bajo de nuestro planeta, resulta muy divertida y variada entre flotar en el Mar Muerto y untarse los lodos. Eso sí, mantened los ojos y la boca bien cerrados si veis que alguien salpica o si perdéis el equilibrio.
Imágenes | Pete en Wikimedia Commnos y Pakus
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